Ciudad de México. La fabricante de semillas genéticamente modificadas, Monsanto, podrá utilizar glifosato y mantener los permisos para su importación, luego de obtener el pasado 20 de abril una suspensión provisional del juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa contra el decreto presidencial que plantea la eliminación gradual del uso del herbicida en México.
Por ello, la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País pidió al juez Francisco Javier Rebolledo rectificar el fallo –que se resolvería de manera definitiva el próximo lunes–, ya que se “privilegia los intereses de la corporación y atenta contra los derechos humanos de la población mexicana a un medio ambiente sano, a la salud y a una alimentación adecuada”.
La organización precisó que la suspensión implica que el decreto “no pueda ser utilizado como fundamento para revocar permisos que ya tenía Monsanto para la importación de glifosato y maíz transgénico, ni para que las autoridades lo usen como herramienta de análisis en caso de nuevas solicitudes”.
El juez Francisco Javier Rebolledo emitió un fallo en favor de la trasnacional bajo el argumento de que "de no darse la suspensión habría un perjuicio social, pues hay riesgo de afectar la producción agroalimentaria, así como la seguridad y soberanía alimentaria". Además, “provocaría mayor importación de maíz y sus derivados para satisfacer las necesidades de la población".
Las más de 300 organizaciones campesinas, indígenas, ambientalistas y de derechos humanos consideraron falsos los argumentos esgrimidos por el juez, porque los rendimientos de los “cultivos transgénicos tolerantes al glifosato no son significativamente mayores que sus equivalentes no transgénicos”.
Además, la tolerancia al glifosato no aumenta el rendimiento de los cultivos, por el contrario los debilita especialmente ante el cambio climático y los hace más vulnerables a las plagas, que se vuelven más resistentes requiriendo mayores aplicaciones.
La campaña detalló que, hasta el momento, de los 10 amparos admitidos, en seis casos la suspensión provisional fue negada; dos más, la suspensión definitiva fue negada y una resolución del amparo que promovió Versimex también resultó improcedente, porque de otorgarla se afectaría el interés general dado que la sociedad está interesada en que se proteja la salud pública y se prohíba el uso de sustancias nocivas.
En un comunicado, las organizaciones apuntaron que México es autosuficiente en maíces blancos, así como en los de otros colores destinados principalmente al consumo humano y al autoconsumo. Por ello, reiteraron que sí es posible una agricultura sin agrotóxicos y sin transgénicos, la solución es transitar hacia la agroecología.