Ciudad de Mëxico. Los próximos 26 y 27 de abril, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coridh) realizará una serie de audiencias en las que muy probablemente le ordenará al Estado mexicano que reabra la investigación de la muerte de la abogada Digna Ochoa, por haber evidencias suficientes de que la investigación sobre el caso estuvo mal realizada con el fin de ocultar que se trató de un asesinato y no de un “suicidio simulado”.
Así lo indicaron activistas y familiares de la víctima, quienes subrayaron la importancia de llegar a la verdad sobre la muerte, pero también de reivindicar el nombre de Ochoa, el cual fue “enlodado” en las pesquisas de la hoy extinta Procuraduría General de la República.
En conferencia de prensa, Karla Michel Salas, directora del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, enfatizó que tras el asesinato de Digna Ochoa, perpetrado el 19 de octubre de 2001 en la Ciudad de México, se llevó a cabo una indagatoria que a la fecha tiene más de 50 mil fojas, pero que no fue de forma adecuada.
“La investigación se centró fundamentalmente en su vida personal y se enlodó su trabajo, cuando ella era una connotada defensora de derechos humanos que se había enfrentado a estructuras del poder público, como militares y caciques”, recordó la litigante.
“Buscamos la reapertura de la investigación, que cambie la narrativa y la imagen de Digna, construida mediante filtraciones y peritajes manipulados donde se establece que ella se suicidó. Digna fue asesinada como consecuencia directa de su lucha en defensa de los derechos humanos”, recalcó.
Por su parte, Gisela de León, directora jurídica del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, destacó que la instrucción al Estado mexicano de que reabra la investigación es prácticamente un hecho.
“No creemos que sea posible que no reabran la investigación. Hemos presentado suficientes pruebas de que las indagatorias no se llevaron a cabo de manera adecuada y hay abundante información de que se basó en estereotipos de género; no se indagó en su trabajo, sino en su vida privada y hubo negligencias en el manejo de las pruebas”, aludió.
Jesús Ochoa, hermano de Digna y representante de la familia, enfatizó que las audiencias del lunes y martes próximos “van a corroborar lo que hemos sostenido por 20 años: que a Digna la asesinaron el 19 de octubre de 2001.