Moscú. Por insistente petición de los médicos que lo atendían antes de ser recluido en una colonia penitenciaria de la región de Vladimir, el opositor Aleksei Navalny, ingresado desde hace días en un hospital para presidiarios, suspendió ayer la huelga de hambre que mantuvo durante tres semanas y media.
Aunque no logró que las autoridades permitieran que médicos de su elección pudieran entrar en el reclusorio para diagnosticar el tratamiento que su deteriorada salud reclama, Navalny hizo caso a Anastasia Vasilieva, su doctora de cabecera, y compañeros, quienes ayer le recomendaron enfáticamente suspender el ayuno ante el inminente riesgo de morir.
“Creo que debo hacer caso a los médicos en quienes creo cuando dicen (en una declaración difundida el jueves anterior) que los análisis indican que (de seguir con la huelga de hambre) muy pronto ya no voy a necesitar ninguna atención…”, sostiene Navalny en su cuenta en Instagram.
Vasilieva y colegas consideran que su paciente requiere más analgésicos para mitigar el fuerte dolor, así como estudios a fondo del cerebro, el sistema cardiovascular y la columna vertebral por las dos hernias discales que le detectaron hace poco.
El opositor señaló que otro argumento, quizás más importante, para suspender el ayuno que inició hace 24 días fue saber que muchas personas se declararon en huelga de hambre en solidaridad con él, incluido un grupo de familiares de las víctimas de la escuela de Beslán, cuyos maestros y alumnos estuvieron en 2004 secuestrados por un comando checheno. Durante la operación de rescate murieron 330 personas.
“Con lágrimas en los ojos me enteré que están dispuestos a sacrificarse por mí y ni siquiera los conozco. Mi corazón está lleno de amor y agradecimiento hacia ustedes, pero no quiero que nadie sufra por mí”, anota Navalny.
Afirma que, gracias al amplio apoyo de “buenas personas en Rusia y en el mundo entero”, se ha podido conseguir mucho. Cuenta que hace dos meses se reían cuando pedía que lo viera un doctor y no le daban ningún medicamento. Informa que ya lo ha revisado un concilio de médicos civiles un par de veces, que ahora le hacen pruebas y análisis, le dan los resultados y le recomiendan el tratamiento que debe seguir.
“De todos modos, mantengo la exigencia de que dejen entrar a mis médicos, porque quiero saber a qué se debe y cómo curar la pérdida de sensibilidad en parte de los brazos y las piernas, además de que ahora empiezo a salir del ayuno, se dice que debe hacerse bajo estricta observación médica y que será una etapa muy difícil, que puede durar al menos otros 24 días o más, así que deséenme suerte”, concluye el opositor.