Jilotzingo. Ambientalistas y vecinos de Jilotzingo, Estado de México, marcharon este sábado en contra de la reactivación del proyecto inmobiliario “Bosque Diamante” que se prevé edificar 20 mil casas en una zona de árboles de encino, en el bosque del poblado de Espíritu Santo en esta demarcación.
El contingente, de al menos 150 personas, avanzó por avenida Jorge Jiménez Cantú, a la altura de Zona Esmeralda, hacia el Ejido Espíritu Santo, dónde grupos ambientalistas que litigan en juzgados Federales interpusieron un recurso de amparo para impedir la irrupción del desarrollo urbano en 238 hectáreas en el bosque de encinos.
Desde enero del 2019, el juez décimo de distrito ordenó la suspensión provisional del proyecto inmobiliario de impacto en la reserva natural, sin embargo los vecinos y ecologistas acusaron que existe la intención de reactivar el proyecto.
"No a la construcción de 19 mil 985 viviendas en 238 hectáreas de bosque de encino, no a la tala de 180 mil árboles dentro del bosque de agua. La Reserva Estatal Espíritu Santo, no se toca", externó Rubén Mayén del Movimiento Reserva Madín.
A la manifestación se sumaron integra de mis colectivos Movimiento Presa Madín, Lago de Guadalupe y el proyecto Anti Bosque Diamante.
El megaproyecto destruirá superficie forestal que conserva flora y fauna propia de la región, el sistema natural de recarga de mantos acuíferos, de escurrimientos hacía la presa Madín y en consecuencia, podría crear condiciones de un proceso de desecación irreparable, comentaron los activistas.
En la región se han registrado una serie de incendios forestales, y presumen que incluso sean provocados por quienes tienes el interés de consolidar inversiones millonarias a costa de recortar 238 hectáreas al bosque de la región, que forma parte de la reserva ecológica Otomí-Mexica, acusaron.
Este sábado anunciaron que no permitirán la irrupción al bosque, para consolidar el megaproyecto“Bosque Diamante”, que se busca sea una extensión del desarrollo urbano colindante a Zona Esmeralda.
La realidad actual de sequía y estiaje exige conservar superficie forestal, mantos acuíferos, zonas lacustres y no atentar contra su existencia, porque son fuente de vida en una región de desorden urbano, como lo es el Valle de México, agregaron.
Los manifestantes exigieron la intervención de autoridades federales, estatales y municipales del medio ambiente, para que la amenaza del proyecto inmobiliario sea cancelado en definitiva, se establezca un plan de manejo ambiental en la zona y se dé certeza a los pobladores de pueblos naturales de la región que el bosque no será tocado.