Orondos e impúdicos, como siempre, en 2010 Felipe Calderón y Genaro García Luna adjudicaron, por la libre, ocho contratos (que hasta 2032 se mantendrán clasificados como “confidenciales por razones de seguridad nacional”) para beneficiar a unos cuantos empresarios “amigos” del régimen, quienes construyeron igual número de centros penitenciarios con la fórmula de siempre: multimillonarias ganancias para los barones y espeluznantes pérdidas para la nación.
Once años después, esa dupla maldita está bajo investigación de la Fiscalía General de la República y, tal vez, terminaría enchiquerada en uno de los centros penitenciarios por ella privatizados, para que gocen de sus propias decisiones. García Luna permanece en una cárcel estadunidense, pero aquí lo recibirían con las rejas abiertas, mientras que al Borolas le asignarían una cómoda celda privatizada en que pueda pronunciar su frase de batalla: “haiga sido como haiga sido” … terminé en la cárcel.
La Jornada (Fabiola Martínez y Roberto Garduño) lo reseñó así: “la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana levantó desde diciembre de 2020 una denuncia en contra del ex titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por delitos de lavado de dinero y desviación de recursos, entre otros delitos, que implican más de 300 mil millones de pesos, y a la cual se han ido aportando más elementos hasta el presente mes. Según una fuente de Presidencia, la denuncia podría alcanzar hasta al ex presidente Felipe Calderón.
“En la demanda radicada hoy en la Fiscalía General de la República y en la que interviene también la Unidad de Inteligencia Financiera, la misma dependencia implica a quien fuera el director de adquisiciones de la Secretaría de Seguridad Pública, Marco Antonio Villarreal. Hasta el momento en la investigación se habla de ocho contratos y se acusa a García Luna y a quien resulte responsable por los delitos ya mencionados. Actualmente hay varios procesos penales abiertos para investigar y determinar las responsabilidades de los servidores públicos involucrados. La adjudicación se realizó de manera directa y se considera una transacción que provoca graves daños al erario”.
Para justificar el nuevo negocio para los “amigos”, en 2010 Calderón y García Luna aseguraban que la decisión de privatizar ocho centros penitenciarios no tenía otra finalidad que “combatir el problema de la sobrepoblación penitenciaria, lograr independencia financiera en su operación y reducir la carga fiscal a la sociedad por el costo de las instalaciones; el gobierno pagará menos y los impuestos de los mexicanos se canalizarían a renglones de gran beneficio social”.
Como era de esperarse, sucedió exactamente lo contrario: los centros penitenciarios del Estado se mantienen sobrepoblados, mientras el volumen de ocupación en los ocho privatizados, en promedio, es de 61 por ciento, aunque se dan casos (como el Femenil de Morelos, de Carlos Slim) que no pasa de 32 por ciento. Eso sí, los ocho privados cobran como si dicho volumen fuera de 100 por ciento. ¿Y la “independencia financiera y reducción de la carga fiscal a la sociedad”?
La dupla maldita decía que “el gobierno pagará menos y los impuestos de los mexicanos se canalizarían a renglones de gran beneficio social”, pero en los hechos asfixiaron al erario con 300 mil millones de pesos adicionales (los “amigos” tenían que obtener pingües ganancias) y los “beneficios sociales” brillan por su ausencia.
Como parte de su discurso, Calderón y García Luna presumían que con el sistema penitenciario privatizado el costo de mantener a cada reo pasaría de 690 a 230 pesos diarios, y se quedaron tan tranquilos. En los hechos, tal costo promedio es de 3 mil 500 pesos diarios, aunque se dan casos como en el Femenil de Morelos (otra vez Slim) en donde es de 6 mil 634. En las cárceles no privatizadas tal promedio es cercano a 500 pesos.
Tiempo atrás, la Auditoría Superior de la Federación documentó los “injustificables” sobrecostos en la construcción de los centros penitenciarios privatizados. Nadie hizo caso, hasta ahora cuando Calderón y García Luna se ganaron una celda en ellos.
Las rebanadas del pastel
Excelente noticia: México y Rusia trabajan para acordar “el envasado, llenado y envase final” de la vacuna Sputnik V en la farmacéutica estatal Birmex, y “hay un avance ya relevante” (Ebrard dixit). Comunismo intramuscular para todos.