Madrid. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, dijo que los 12 clubes que fundarán la Superliga de Europa no pueden abandonarla debido a contratos vinculantes, y prometió que el proyecto volvería después de un período de reflexión.
Pérez fue una de las figuras principales en la controvertida competencia, que se dio a conocer el domingo pasado solo para desmoronarse en unos días cuando los seis clubes ingleses involucrados se retiraron y otros los siguieron. Pérez, cuyo club es uno de los tres equipos junto con el Barcelona y la Juventus que aún no abandonan el proyecto, dijo que no era tan fácil para los clubes irse.
"No necesito explicar qué es un contrato vinculante, pero efectivamente, los clubes no pueden irse", dijo Pérez al diario español AS este sábado.
"Algunos de ellos, debido a la presión, han dicho que se van, pero este proyecto o uno muy similar, avanzará y espero que muy pronto".
La Superliga recibió otro golpe el viernes cuando JPMorgan, que había otorgado una subvención de 3 mil 500 millones de euros (4 mil 200 millones de dólares) a los clubes fundadores, dijo que había "juzgado mal cómo se vería el acuerdo".
Pérez, sin embargo, dijo que el banco todavía estaba a bordo del proyecto.
"No es cierto que se hayan retirado. Se han tomado un tiempo para la reflexión, al igual que los 12 clubes. Si necesitamos hacer cambios lo haremos, pero la Superliga es el mejor proyecto que hemos pensado", añadió.
Chelsea "lamenta profundamente" haber tomado parte en la Superliga
El Chelsea pidió perdón este sábado por haber tomado parte en el proyecto de la Superliga, que conmocionó al futbol europeo durante 48 horas a principios de semana antes de retirarse.
"El propietario y el Consejo de Administración han entendido que implicar al club en semejante propuesta es algo que no deberíamos haber hecho. Es una decisión que lamentamos profundamente", se disculpó el club en un comunicado.
El Chelsea formaba parte de los 12 miembros fundadores, junto a otros cinco clubes ingleses, tres españoles y tres italianos, que buscaban crear una competición europea semicerrada en competencia directa con la Liga de Campeones.
El anuncio del proyecto provocó fuertes protestas de las instituciones, políticos y también de los aficionados: un millar de aficionados Blues expresaron su enfado en los exteriores del estadio del Chelsea, el martes, antes del partido de Premier League de su equipo contra el Brighton.
Estas presiones contribuyeron a que seis clubes ingleses, en la noche del martes al miércoles, abandonaran el proyecto, condenando a la Superliga.
"Ante las preocupaciones tras el anuncio del proyecto, el club escuchó a los aficionados y habló con ellos. Después de estas conversaciones y teniendo en cuenta la fuerte oposición a la propuesta, vuelvo a evaluar nuestra decisión inicial y ya no queremos formar parte de esta liga", sigue el comunicado.
La asociación Chelsea Supporters' Trust también había pedido la dimisión del Consejo de Administración por su implicación en la Superliga, pero ningún miembro ha dejado su puesto por el momento.