Jóvenes cantantes alcanzan perfección profesional en el conservatorio México Opera Studio (MOS), el cual se fundó en Monterrey para impulsar el talento mexicano a escala internacional. El empresario y promotor cultural Jorge Vázquez González, uno de los consejeros fundadores del MOS, dijo a La Jornada que esa institución se conformó en 2018 con el propósito de ser una plataforma para promover que artistas mexicanos destaquen en el mundo.
Vázquez González también es presidente de la fundación Dr. Ildefonso Vázquez, la cual resguarda el acervo de Fernando Benítez. Subrayó que el MOS representa un esfuerzo para promover la ópera, y ha rebasado las expectativas, ya que un tiempo corto han tenido “un éxito fenomenal” con la proyección que han obtenido los becarios.
Los resultados ya son notables, pues el tenor Armando Elizondo, de la primera generación del MOS, fue admitido en el estudio de la Ópera Estatal de Baviera, en Múnich, Alemania. A su vez, Carlos Jurado y Mariana Sofía, fueron seleccionados por el Centro de Perfeccionament Palau de Les Arts, en Valencia, España. Además, el tenor Alberto Robert, de 21 años, quien realiza una gira en Europa, ingresará en la Academia Rossiniana Alberto Zedda de Pesaro, Italia.
Fausto, pieza escénica con música de Charles Gounod, fue el primer montaje producido en el recién nacido México Opera Studio. De gran popularidad en el siglo XIX, es un reto para cualquier cantante profesional. El resultado fue una adaptación del original de 1859 que “no estaba en la línea de lo convencional”, con un tratamiento completamente contemporáneo, detalló en entrevista el director escénico Rennier Piñero.
Entrenamiento de alto rendimiento
Los ventanales del pequeño auditorio donde hacen los montajes en el Parque Fundidora tuvieron que abrirse en diciembre pasado, cuando el aforo se superó. Más allá de los cristales, el público pudo observar el concierto de invierno en 2020. “Hemos notado que es mayor la afluencia del público joven”.
Piñero es el maestro de dirección de escena e interpretación en el MOS, Alejandro Miyaki de dirección musical y vocal, y la soprano María Katzarava de dirección vocal. En el estudio se imparte entrenamiento de alto rendimiento, con un programa semanal de actividades, entre ellas tutorías individuales y clases grupales.
Después de un riguroso proceso de selección, en el que se evalúa el talento, la trayectoria en espacios formativos y las capacidades técnico musicales, entre 2019 y 2020 participó una primera generación de artistas de 25 a 32 años. Actualmente, se trabaja con 12 cantantes y dos pianistas, originarios de distintos puntos de país, como Puebla, Ciudad de México, Hermosillo y Saltillo. “Están atomizados por toda la República mexicana, porque se privilegia es el nivel artístico”.
En marzo del año pasado se detuvieron las actividades a consecuencia de la pandemia de Covid-19; se retomaron las actividades presenciales en mayo. En septiembre se inició un taller abierto en el que participaron 30 músicos en la preparación de Don Giovani, de Wolfgang Amadeus Mozart. Y en febrero se inició una nueva generación de estudiantes.
“Poco frecuente”, describió Piñero la formación que reciben de los cantantes, donde, además de la ejecución musical, interpretativa y teatral, trabajan en un laboratorio de producción, con la preparación no sólo de repertorio, sino que “el esfuerzo conduce a poner en pie títulos de la lírica universal”.
Además de las actividades académicas, parte del aprendizaje se adquiere frente al público, con recitales y montajes. Rennier Piñero considera que “un reclamo fundamental de la plataforma del MOS es atraer nuevos públicos. En el círculo de referencia de los músicos en formación están los primeros públicos; muchas personas se acercan a la ópera a través ellos”.
Las producciones proponen “alejarnos del arquetipo que puede tener la ópera y acercarnos a montajes más dinámicos y directos para el público contemporáneo, con referentes completamente urbanos”.
Durante la pandemia se grabaron un par de obras, disponibles en YouTube, con un formato de cortometraje en un contexto actual.
En este momento, trabajan en Capuletos y Montejos, tragedia lírica de Vincenzo Bellini, que estrenó en Venecia en 1830. La versión en puerta se sitúa en referentes cotidianos. “La mejor puerta de entrada para construir un personaje teatral es a partir de sí mismos, acercarlos a la realidad”.
En abril pasado, Diana Rojas ofreció un recital junto a Katzarava, como parte del Festival Cultural Zacatecas 2021, en el teatro Hinojosa de Jerez. Hace una semana compartieron en redes sociales el primer concierto del Atelier de Jóvenes Talentos del MOS.
Sus éxitos continúan.