En plena crisis por falta de agua potable que sufre la alcaldía Iztapalapa y el estiaje en el centro del país, miles de litros se derramaron por una enorme fuga en la red principal de abastecimiento, la cual se originó por los trabajos para la construcción de la línea elevada del trolebús que se hacen sobre la avenida Ermita, a la altura de la vocacional 7.
La fuerza del líquido generó un gran encharcamiento que de inmediato reportaron vecinos de las colonias Santa María Aztahuacan y Reforma Política. El líquido se desperdició sin remedio y fue directo al drenaje.
De acuerdo con el reporte del personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) que acudió a reparar la tubería dañada, el problema se originó en la red principal debido a una maniobra que realizaron los trabajadores de la empresa que construye el transporte elevado y que utiliza maquinaria pesada.
Al hacer maniobras, un trascabo golpeó un tubo de 12 pulgas que distribuye agua potable en esa zona del oriente capitalino, se rompió y de inmediato empezó a salir el líquido, por lo que la circulación vehicular se vio todavía más afectada la tarde de ayer, de por sí complicada debido a las obras en toda la avenida.
En esta zona de la capital se ubican las colonias Reforma Política y Santa María Aztahuacan, en ambos lados de Ermita, y algunas más en la parte alta de la sierra de Santa Catarina, donde de acuerdo con los registros oficiales se padece una enorme escasez de agua potable y las autoridades han tenido que abastecer a los vecinos por medio de carros tanque.
Sin embargo, la alcaldía informó que no tenía reportes del incidente y tampoco se habían presentado problemas de distribución generados por el incidente, el cual tardó varias horas en ser reparado..
Personal del Sacmex tuvo que cerrar las válvulas cercanas para cortar el flujo de agua potable. Fue tanta que el drenaje pluvial se saturó por completo y cubrió las banquetas. Por la noche, ya reparada la fuga, los charcos de agua todavía eran visibles.
Vecinos consultados sobre posibles afectaciones en la zona manifestaron que aún no resentían la falta del líquido, pero hicieron un llamado para que la constructora sea más cuidadosa con los trabajos que efectúan para evitar que el agua, que tanto se reclama en Iztapalapa, se desperdicie.