Nueva York. Una joven sueca y una mexicana reprobaron a las cúpulas políticas y económicas por sus inadecuadas respuestas al cambio climático y les advirtieron que serán obligados a rendir cuentas a las nuevas generaciones, rompiendo con ello la narrativa diplomática y ensayada de unos 40 mandatarios, junto con legisladores, líderes empresariales, banqueros y hasta el Papa, en la cumbre sobre el clima convocada por el presidente Joe Biden.
“¿Qué tanto tiempo honestamente creen que gente en el poder como ustedes se saldrán con la suya?”, preguntó Greta Thunberg ante una audiencia del Congreso de Estados Unidos que se realizaba en paralelo a la cumbre sobre el cambio climático convocada por Biden.
Thunberg, la líder más destacada y más modesta de un renovado movimiento mundial sobre el cambio climático, es a sus 18 años de edad la vocera de la conciencia de su generación, comentó ante los legisladores que ella no era política, ni representaba a nadie, ni es científica, “en verdad no tengo nada que ofrecerles más que instarles a que escuchen a la ciencia y usen el sentido común”.
Y eso implica, explicó, que se tiene que concluir que es necesario “ahora mismo” frenar toda inversión en combustibles fósiles, su extracción y mantener al carbono debajo de la tierra. Sobre todo, dijo, en el caso de Estados Unidos que es “el emisor más grande en la historia”.
“Es 2021, el hecho de que aún estamos teniendo esta discusión y que aún estamos subsidiando combustibles fósiles de manera directa o indirecta es una desgracia… y comprueba que no se ha entendido para nada la crisis climática”.
Señaló que “parecería que estamos pidiendo mucho, y claro que ustedes dirán que somos ingenuos, eso está bien, pero por lo menos no lo somos tanto como para creer que las cosas se resolverán con países y empresas fijando objetivos lejanos e insuficientes”.
Advirtió que si no hacen lo necesario, “ustedes tendrán que explicar a sus hijos y a los pueblos más afectados por qué se rindieron. Estoy aquí para decir que, a diferencia de ustedes, mi generación no se dará por vencida sin una lucha.
“Nosotros los jóvenes somos los que escribiremos sobre ustedes en los libros de historia, somos los que decidiremos cómo serán recordados. Por ello, mi consejo es que decidan cómo proceder sabiamente”, advirtió.
Xiye Bastida, una de las organizadoras del movimiento Los Viernes por el Futuro, fue a sus 18 años la más joven de las oradoras invitadas a la cumbre climática de Biden. Después de los discursos bien pulidos de los 40 mandatarios con sus grandes promesas y compromisos para reducir las emisiones de carbono ante lo que el anfitrión Biden llamó “la crisis existencial de nuestro tiempo”, Bastida no fue diplomática: “necesitan aceptar que la era de los combustibles fósiles se acabó”.
Exigió, en nombre del movimiento de jóvenes sobre el cambio climático, mucho más, incluyendo eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y una transformación incluyente.
La mexicana, cuya familia se mudó a Nueva York, donde cursó la preparatoria y se convirtió en una de las líderes destacadas del nuevo movimiento ambientalista, continuó: “ustedes frecuentemente nos dicen que somos poco realistas y razonables. Pero ¿quiénes son los poco realistas y razonables con estas supuestas soluciones nada ambiciosas ni audaces?”. Invitó a los participantes a “reconocer que la crisis climática no es sólo el desafío más grande jamás enfrentado por la humanidad, también es la mayor oportunidad que tenemos para cambiar el mundo.
“La justicia climática es justicia social… tenemos las soluciones que necesitamos, sólo debemos implementarlas”, afirmó, al subrayar que la crisis climática brota de un sistema de explotación capitalista y una historia colonialista, donde los más afectados están en el sur global o son las minorías afro, latino e indígenas del norte. Por lo tanto, las soluciones requieren de la participación de los más impactados con un proceso hacia la equidad.
Al igual que Greta, al pintar las dimensiones del problema y las supuestas respuestas que proponen las cúpulas, acusó a políticos y empresarios: “ustedes son los ingenuos.
“Si quieren saber por qué nos estamos levantando, es porque estamos en la búsqueda de la alegría, alegría para nuestras comunidades y futuras generaciones.
“Los vamos a estar vigilando”, apuntó.
Preguntada por una diputada sobre lo que debería decir a sus hijos que están enojados y asustados ante el cambio climático, Thunberg respondió: “aún hay mucha esperanza y si podemos tomar acción para hacer (lo necesario)… y si optamos por actuar juntos, no hay límites a lo que podemos lograr. La mejor medicina contra la ira y la ansiedad es pasar a la acción uno mismo”.