Aguililla, Mich. El nuncio apostólico en México Franco Coppola, ofició una misa en esta ciudad, ante dos mil personas, para visibilizar la violencia e inseguridad, en este lugar que han obligado a decenas de familias a dejar sus hogares.
Tras oficiar la eucaristía denominada Misa por la Paz en la cancha de basquetbol, habilitada como templo, envío un mensaje de paz a todos aquellos que han sido víctimas de violencia por parte de los grupos delictivos que operan en esa región, y dijo “no están solos”.
Una hora antes del inicio del oficio religioso, a las 11:00 horas, Coppola se reunió en privado con varías víctimas del clima violento en la región, quienes le relataron de las balaceras, enfrentamientos, cortes de la carretera principalmente en el tramo Aguilla-Apatzingan, el desabasto de los productos básicos y de la imposibilidad de sacar a sus enfermos, que han generado durante los últimos tres meses los grupos delictivos que se disputan el territorio.
El representante del Papa Francisco en México arribó desde la tarde del jueves a la ciudad de Apatzingán, y la mañana de este viernes se trasladó a Aguililla, pero antes paso por la comunidad del Aguaje, en donde varias familias le expresaron que de sus dos mil habitantes, ya solo quedan 300.
Además, quedan huellas de cientos de balas en casas y negocios que prácticamente de una localidad que prácticamente se ha convertido en un pueblo fantasma.
Por su parte, el cura de Aguililla Luis Segura, refirió que también ha habido desplazamiento de decenas de familias de las comunidades del Limón, El Aguaje, El Correo y de Aguililla misma.
Añadió que los grupos criminales, uno de Jalisco y otro de Michoacán, han provocado una verdadera guerra es esta región ganadera, agrícola y minera, pero además debido a que es una zona estratégica para la delincuencia ya que hay brechas que unen a Aguililla con Coalcomán, Colima, hacia la costa y a la tierra caliente de Michoacán.