Cada vez que una persona accede a una aplicación desde un dispositivo móvil, entra a una página de Internet o inicia sesión en redes sociales otorga permisos para que empresas puedan conocer sus preferencias de consumo, la ubicación en tiempo real o las búsquedas que realiza desde su navegador.
Por desconocimiento o ignorancia, los usuarios de plataformas digitales o servicios de Internet aceptan términos y condiciones que dejan libre su información personal y puede ser usada por terceros.
La principal preocupación de los usuarios de Internet es el manejo que los terceros dan a la información personal y la mayor queja es la publicidad o la saturación de contenido tan personalizado que hace sentir una sensación de rastreo o acoso permanente.
Sin embargo, la mayoría de las aplicaciones, redes sociales o páginas de Internet, previo a hacer uso de ella, advierten a los clientes todo lo que se hará con la información privada que se les proporcione.
Gonzalo Rojón, analista de The Competitive Intelligence Unit (The CIU) considera que en México hay un desconocimiento general de la población sobre la cantidad de información que se da a un proveedor de servicios.
“A veces, las personas por querer utilizar una aplicación lo más pronto posible no leen los avisos de privacidad, o comienzan a dar permisos sin darse cuenta de lo que están autorizando realmente”, detalla en entrevista.
Pendiente, biométricos
El especialista detalla que, por el momento, las aplicaciones digitales no tienen acceso a nuestros datos biométricos, es decir, si una persona autoriza a una red social o una aplicación en específico el iniciar sesión por medio del reconocimiento facial o la huella digital, el dispositivo móvil es aquel en el que se guarda esta información, pero no en los servidores.
Lo más común hoy en día es el uso de cookies, algoritmos por los cuales las páginas tienen acceso a las búsquedas que una persona realiza con el fin de enviar publicidad personalizada.
El funcionamiento de los datos en redes sociales
El acceso y el uso de los datos personales en las redes sociales funciona de la siguiente forma. Al registrarte proporcionas teléfonos y correos electrónicos como método de verificación. En la gran mayoría de los avisos de privacidad a estas páginas les autorizas que compartan tu información con terceros para fines publicitarios, además que todo el contenido que sea subido será de su propiedad.
Si no se dan todos los permisos necesarios, simplemente no se puede tener acceso.
E-commerce, transporte, entretenimiento y reparto
Las plataformas, en principio, piden a sus clientes registrar casi de forma obligatoria un número de teléfono celular, un correo electrónico, una dirección y una tarjeta con la cuál se harán los pagos.
Por el medio de los consumos, obtienen tus preferencias de búsqueda y en caso de que se autorice, mandan información personalizada al correo electrónico.
En el caso de las aplicaciones enfocadas en transporte, estas solicitan forzosamente a los clientes tener acceso a la ubicación.
Por otra parte, en las plataformas de entretenimiento, como Netflix o Amazon Prime Video, la geolocalización es un requisito que se exige para poder saber, en primer lugar, si la persona que inicio sesión es la usuaria, y para poder saber en qué parte del mundo está el cliente y así dar contenidos exclusivos de la región.
Google, un caso sin igual
Google es un caso peculiar. Para regístrate es necesario dar información personal, un teléfono celular como medio de seguridad y acceso a la localización para poder hacer uso de su servicio de navegación GPS.
Al hacer compras en los servicios anteriormente mencionados, la plataforma da una opción para rellenar automáticamente todas las solicitudes, guardar tarjetas para hacer compras, entre otras modalidades.
Tener el servicio de GPS activado implica que la página conozca tus movimientos, en dónde estás y a dónde te diriges. Por ejemplo, si se acude a un restaurante da la opción de calificar el lugar o al viajar en auto, siempre manda opciones para regresar al punto en el que el dispositivo móvil pasa el mayor tiempo del día.
Proteger la privacidad
Gonzalo Rojón expuso que hay formas de no dar toda la información a estos servidores. La primera es leer todos los términos y saber que se hará con los datos personales.
“Si una plataforma pide acceso a la ubicación se puede permitirlo sólo mientras la aplicación está en uso”, detalla. En el caso de las redes sociales, la recomendación general es no dar toda la información y para evitar el exceso de publicidad no hay que permitir el uso de cookies.