En el libro Royals and the Reich: The Princes von Hessen in Nazi Germany, del historiador Jonathan Petropoulos, (Oxford University Press, 2006) Felipe, el recientemente fallecido esposo de la reina Isabel II, se refirió por primera vez al pasado nazi de su familia.
Con esa mancha lidia desde hace nueve décadas la corona real británica. Está probado que Eduardo VIII (tío de Isabel II) no escondió nunca sus simpatías por el régimen encabezado por Adolf Hitler, al igual que por el del fascista Mussolini, en Italia, y el de Franco en España. En 1937, cuando Eduardo abdicó al trono para contraer matrimonio con una mujer divorciada y admiradora de Hitler, la estadunidense Wallis Simpson, viajó a Alemania para codearse con los nazis. Lo haría años después en Madrid con las figuras clave del régimen franquista. Pero el nazismo aparece también en la corona inglesa vía la familia de Felipe. Sus cuatro hermanas, mayores que él, se casaron con integrantes de la nobleza alemana y miembros destacados del partido nazi.
Cecilia, la más grande, fue esposa de Donato de Hesse-Darmstadt. Ambos se unieron a dicha agrupación en 1937. Murieron ese mismo año en un accidente de aviación. Fueron velados con todos los honores que otorgaba el partido a sus miembros más ilustres. El funeral lo presidió Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe. Felipe asistió a ese funeral. Tenía 16 años de edad y fue saludado con el heil de rigor al paso del féretro donde yacían Cecilia y Donato. Otra hermana, Margarita, se casó con Godofredo de Hohenlohe-Langenburg, uno de los responsables de la ocupación de Austria en 1938. Luego luchó en el frente ruso, donde fue herido. Perdió su rango militar en 1950. En cuanto a sus otras dos hermanas, Teodora, y Sofía, se casaron, respectivamente, con Bertoldo, gran duque de Baden, y con Cristobal de Hesse éste, alto mando de la temida SS y en el ministerio de la fuerza aérea.
Aunque Felipe se distanció de sus hermanas y combatió con la Armada británica durante la Segunda Guerra Mundial, en el libro de Jonathan Petropoulos trata de exculpar a sus hermanas recordando las “expectativas de cambio” que significó en sus inicios el ascenso del partido nazi en una Alemania sumida en la depresión al término de la República de Weimar. Polvo de esos lodos: en un video se ve a la futura reina Isabel II cuando tenía seis años, haciendo el saludo nazi. La familia Windsor no es de origen inglés, como presumen. Es alemán: Hannover.