Ciudad de México. Aunque el poeta Samuel Noyola (Ciudad de México, 1964) está desaparecido desde 2008 y no se han tenido noticias suyas desde entonces, su hermana Edith confía en que continúa con vida.
“Sí considero que está vivo y, más que desa-parecido, está escondido y es feliz. No puedo decir que esté loco, creo que nada más se fue. La última ocasión que hablé con él –el 10 de mayo de 2008– estaba en casa con mi mamá y se dijo listo para salir; estaba coherente y muy tranquilo”, explica la menor de los nueve hermanos del autor.
“Todavía lo espero, porque cuando se fue a Nicaragua –en 1980– él era mi vida, mi todo; se fue meses, pero para mí fueron años. Ahora, de adulta, todos estos años de su ausencia han sido meses para mí y estoy en espera de que regrese.”
Nacida en Monterrey cuatro años después que el poeta y avecindada en Estados Unidos, Edith Noyola acaba de publicar una compilación de 88 de los poemas que Samuel Noyola plasmó en los tres libros que se editaron antes de su súbita desaparición: Nada sabe mi llama, Tequila con calavera y El cuchillo y la Luna.
El propósito de esta obra, titulada Arcano cero y publicada por Ediciones El Tucán de Virginia y Lady in Black Publications, es, por un lado, cumplir un viejo anhelo que ella y el autor tuvieron desde edades muy tempranas: hacer un libro juntos.
Pero, sobre todo, la escritora y editora lo asume como una manera de reivindicar la imagen de su hermano, como persona y como poeta, ante la serie de “historias negras” que se han tejido sobre su imagen y su desconocido paradero. Entre otros aspectos, se le ha estigmatizado como alcohólico e indigente.
“Es una reivindicación, pero no un acto de justicia, porque esta última es una palabra muy recta”, resalta Edith Noyola a La Jornada, en la que afirma es la primera entrevista que concede a un medio de comunicación.
“Este libro es para decir: ‘ésta es la verdadera imagen de mi hermano’, aclarar quién y cómo era, quiénes eran realmente sus amigos; es una forma de levantar la imagen adonde él pertenece: lo elevado, lo intelectual, lo iluminado.”
En charla telefónica, la editora confirma que existen varios poemas inéditos de Samuel Noyola –quien fue prohijado por Octavio Paz en una etapa de su carrera–, aunque aclara que por el momento no piensa publicarlos. Asimismo, cuenta que trabaja desde hace varios años en la escritura de una memoria conjunta del poeta, la cual sí desea publicar.
Antes de hacerlo, indica, tiene el proyecto de traducir al inglés el libro Arcano cero, tarea de la que ella se ocupará con la guía y el apo-yo de un poeta; ha pensando en Víctor Manuel Mendiola.
Sostiene que es una labor muy compleja, de la cual considera sólo ella puede hacerse cargo, en su condición de confidente y asistente editorial de su hermano durante varios años, pues no sólo se trata de llevar su poesía a otra lengua, sino todo el contenido y los misterios que encierra.
Otro punto que despeja es el de la salud mental del autor; sostiene que padecía ansiedad a partir del estrés postraumático que le dejó participar en la guerra en Nicaragua.
Edith Noyola resalta que con la publicación de Arcano cero pretende que el autor sea recordado como su familia lo hace y dejar constancia de que “cualquier otra versión es amarillista”.
Refiere que la idea de esta compilación le vino a la mente cuando el poeta desapareció y cometió “el error de meterme al Internet y encontrarme con historias amarillistas sobre mi hermano. Nada de lo que veo y leo es sustancial. La misión de este libro era mostrarlo como parte de una familia que siempre lo ha querido mucho y dar a conocer su luz intelectual y espiritual.
“También quería mostrar que sí tuvo amigos, los cuales no salieron en los lugares que lo mostraron de esa mala manera, sino los amigos en el mundo literario que lo apreciaban por su intelectualidad, talento, creatividad, candor y personalidad.
“Por eso, el libro contiene los textos de sus verdaderos amigos e intelectuales como él, como (el poeta y filólogo español) Luis Alberto de Cuenca, (el poeta brasileño) Horacio Costa y (el poeta mexicano) Víctor Manuel Mendiola.
“También yo escribo una breve memoria en la que digo quién y cómo es mi hermano. Lo que digan, lo que cuenten otros, no vale. Al mismo tiempo, quería hacer algo muy significativo para dar más luz sobre él a las nuevas generaciones.”
Tras destacar que el tiraje de Arcano cero es muy limitado y que se privilegiará su distribución en bibliotecas públicas y universitarias de México, Estados Unidos y Europa, la editora menciona que desde 2013 está en operaciones el sitio web www.samuelnoyola.com con el propósito de que si alguien conoce el paradero del poeta se ponga en contacto con ella a través de ese medio.