Ciudad de México. El poder adquisitivo de los trabajadores continuó su mejoría en marzo y acumuló 29 meses consecutivos en que las revisiones salariales se han saldado con incrementos arriba de la inflación, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Pese al alivio, aún se encuentra lejos de los incrementos observados en meses anteriores cuando se ubicaban por arriba de uno por ciento.
En marzo, los salarios contractuales que fueron renegociados en la jurisdicción federal aumentaron en promedio 5.5 por ciento, cifra que al descontar el efecto de la inflación, resultó en un avance de 0.81 por ciento real, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Los incrementos, también en términos reales, fueron de 0.21 y 0.52 por ciento para los meses de enero y febrero de este año, según la estadística oficial.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que durante el tercer mes del año la inflación fue de 4.67 por ciento a tasa anual.
El incremento nominal, es decir, antes de inflación, del tercer mes de 2021 fue de 5.5 por ciento, el mejor avance en lo que va del año, pues en meses anteriores el crecimiento fue menor: de 3.8 y 4.3 por ciento, para enero y febrero, respectivamente. Incluso se ubicó en niveles similares a los observados previos a la pandemia de Covid-19.
El poder adquisitivo de los trabajadores no muestra un deterioro en el inicio del año, cuando la inflación ha sido mayor a la prevista, según los datos oficiales. En diciembre de 2020, cerró con un crecimiento de 2.34 por ciento real para ese mes.
Entre noviembre de 2018 y septiembre de 2020, el poder adquisitivo de los trabajadores mejoró luego de que durante 2017 observó un deterioro provocado por la liberalización del precio de las gasolinas realizado durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
La última ocasión en que los salarios contractuales tuvieron un incremento menor a la inflación fue en octubre de 2018, cuando resintieron una contracción, en términos reales, de 1.04 por ciento.
César Salazar, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, comentó que todavía falta mucho por resarcir, pues la política de recuperación del poder adquisitivo aplicada para el salario mínimo –que aumentó 15 por ciento para 2021– no se refleja en el resto de la estructura salarial.
Apuntó que en los dos primeros meses del año, por la cuesta de enero, las condiciones no son tan buenas, lo cual explica que los incrementos reales no fueran tan altos a diferencia de marzo, donde la inflación no permitió un mejor desempeño a pesar de un crecimiento nominal mayor.
En marzo se realizaron 618 revisiones contractuales, de las cuales 609 corresponden a empresas privadas, lo cual benefició a 173 mil 550 trabajadores. Las nueve revisiones ocurridas en el sector público impactaron en 8 mil 686 trabajadores.
El incremento nominal para los trabajadores de empresas públicas fue de 3.4 por ciento, dato que al descontar el efecto de la inflación se ubicó en un retroceso de 1.23 por ciento.
El alza salarial para el personal del sector privado fue de 5.6 por ciento, pero en términos reales se ubicó en 0.91 por ciento, la cifra más alta en lo que va del año.