La Cámara de Diputados aprobó eliminar las medidas que han permitido el crecimiento de empresas privadas, pero que –explicó Morena– han reducido la participación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en las ventas de primera mano de combustibles, es decir, distribuidores y vendedores finales a los consumidores.
Después de una amplia discusión en el pleno, la reforma al artículo 13 transitorio de la Ley de Hidrocarburos fue aprobada por 301 votos en favor, 147 en contra y dos abstenciones, y el proyecto se envió al Senado para su revisión y eventual aprobación.
En tribuna, para explicar el fondo de la reforma, el presidente de la Comisión de Energía, Manuel Rodríguez (Morena), refirió que con la reforma energética del sexenio pasado, la Ley de Hidrocarburos otorgó a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) la atribución de aplicar una regulación asimétrica sobre la venta de primera mano y comercialización de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos que realiza Pemex.
Si bien con esta política, que recordó es transitoria, se definieron medidas laxas para los permisionarios privados, a quienes para operar se les exige sólo contar con un permiso “y otros requisitos mínimos”, pero a Pemex se le obligó a cumplir con una regulación asimétrica, a costa de su viabilidad comercial y financiera.
Resaltó que las medidas asimétricas ya cumplieron su vigencia y acotó que, de mantenerse, no disminuirán los precios de los combustibles a los consumidores finales.
En contraste, el secretario de la Comisión de Energía, el priísta Enrique Ochoa Reza, afirmó que el cambio no reducirá los costos de los combustibles, porque con la regulación asimétrica Pemex definió la fórmula para calcular el precio a sus clientes y determinar “que no favoreciera a algunos y perjudicara a otros, esto es con un precio común”.
Afirmó que, por ignorancia, desconocimiento o mala fe, Morena y sus aliados “quitan esa ventaja al consumidor final, y en lugar de bajar, aumentarán los precios”.
Manuel Rodríguez respondió que con la legislación vigente a Pemex se le ha obligado a cumplir con la regulación asimétrica de la CRE, que incluye la aplicación forzosa de fórmulas de precios, “es decir, le dicta a Pemex cómo vender y a qué precios, limitando su libertad para establecer una estrategia comercial”.
Estas reglas obligan también a sujetarse a criterios para otorgar descuentos, “lo cual no permite a Pemex ofrecer descuentos regionales, cuando a otros agentes económicos sí se les ofrece”.