Una mujer de unos 60 años lo pierde todo. Se embarca en un viaje a través del Oeste estadunidense en su camioneta, donde vivirá. Encuentra trabajo temporal y descubre una comunidad de otras personas que viven fuera del sistema y en la carretera, de las que aprende habilidades básicas de supervivencia y autosuficiencia, así como un nuevo aprecio por la vida.
Ese es el tema que aborda Nomadland, favorita en los Óscar y triunfadora de los galardones ingleses Bafta, en los que fue mejor película y la realizadora Chloe Zhao la segunda mujer en la historia en ganar el premio de dirección.
Protagonizada por Frances McDormand, fue adaptada del libro de no ficción Nomadland: Surviving America, de Jessica Bruder, quien narra la vida de la comunidad sin raíces en Estados Unidos.
Muchos de los nómadas que aparecen en el libro también están en la película como diferentes versiones de sí mismos. Entre ellos, Bob Wells, de 65 años, quien, después de su divorcio y la muerte de su hijo, encontró consuelo en una vida errante y ha sido su defensor desde hace mucho tiempo. “Lo captaron perfectamente”, afirmó en una charla con The Independent. “Estoy viendo mi vida en la pantalla, lo que me pareció muy extraño.
“Mi primera reacción fue: ‘wow, captaron mi vida… Así es como vivimos’. Hay algunos principios de los nómadas. En primer lugar, las cosas son una carga. Si todos empezamos a pensar eso, nuestras vidas y nuestro mundo serán mucho mejores. Pensemos primero en la generosidad, en que necesitamos a otras personas y viceversa… Vivimos de forma nómada durante millones de años bajo principios como viajar, que es bueno, y tener pensamientos más grandes que mi pequeño círculo.”
Mientras Wells expresaba su emoción de participar en una película candidata al Óscar, otra de los nómadas de la vida real que aparecen en la película, Charlene Swankie, no tenía idea de quién era la actriz Frances McDormand. La experimentada kayakista, de 78 años, ha vivido en la carretera desde hace más de una década y estaba más preocupada por conseguir una operación de su hombro que por protagonizar un filme.
“Mi hombro es prioridad”
“Nunca había visto una de las películas de Frances, su nombre no significaba nada para mí”, afirmó. “Cuando Chloe me explicó quién eran y qué estaba haciendo la cinta, le conté: ‘No puedo, no sé de qué hablas. Mi hombro es la prioridad. No tengo un cirujano ni un lugar donde quedarme’”.
Abundó: “Dije que tenía que averiguar todo eso. ‘No sé cuál es tu horario o cuándo vas a filmar o algo así’. Chloe afirmó: ‘Vamos a trabajar alrededor de tu tiempo’. Y yo dije: ‘¡Me quieren lo suficiente que van a hacer la conta a partir de mi horario¡’ Muy bien, participaré’”.
Swankie conoció a McDormand en una recreación del Rubber Tramp Rendezvous, la mayor reunión de nómadas y habitantes de furgonetas en Estados Unidos, fundada por Wells. “No la distinguía entre los otros nómadas que estaban allí. Alguien exclamó, apuntando hacía ella: ‘Ahí está’. Entonces dije: ‘Bueno, si vamos a trabajar juntos mañana, debería ir a saludarla’.
“Me acerqué a ella, la golpeé en el hombro y le dije: ‘Soy Swankie’. Ella se dio la vuelta, me miró y respondió: ‘¡Swankie!’ Emocionada me tomó del brazo y retiró a la multitud para hablar conmigo. Parecía que yo era la estrella de cine, la persona famosa de la que ella era fan y mi cabeza voló, estaba ahí parada, sin palabras. Le dije: ‘Lo siento. No sé quién eres. Nunca había oído tu nombre ni visto alguna de tus películas’. Ella respondió que no importaba.
“Creo que le gusta ser vista como una persona común y corriente, no como estrella. Le gustó que la tratamos como igual. Debe ser agradable para la gente famosa pasar el tiempo como cualquier persona.”
Cuando finalmente vio la película, en parte neo-occidental y en parte elegía lírica, fue una experiencia extraña, expresó Swankie, “porque lo que hay ahí es mi vida cotidiana, no hay nada excepcional, inusual. Tuve que verla varias veces. Cuando la vi en IMAX, sostuve: ‘Creo que lo tengo ahora. Entiendo adónde iba Chloe’.
Wells tiene la esperanza de que el éxito de la película pueda atraer gente nueva a la forma de vida nómada, o al menos descargar algunas de sus montañas de posesiones materiales. “No es una vida de todo o nada. No es como si tuvieras que dejar todo y mudarte a una camioneta y, simplemente, huir. Sencillamente, hay que comenzar a viajar, con ventajas y desventajas. Así que dondequiera que esté la gente puede empezar a hacerlo y su vida será mucho mejor”.