La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “reiteró” las recomendaciones que dirigió a México en un informe elaborado en 2015, pues aunque ha habido “avances significativos” en diversos puntos, también “persisten desafíos” en temas como la militarización de la seguridad pública, la violencia de género y la protección a periodistas y activistas.
Al dar a conocer su quinto informe de seguimiento sobre el reporte de 2015, el organismo también lamentó la continuidad de abusos graves, como desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y tortura, entre otros, por lo que la gran mayoría de los exhortos que dirigió al Estado mexicano hace seis años permanecen como “pendientes” o “parcialmente cumplidos”.
En el informe, dividido en siete ejes temáticos, la CIDH destacó que la recomendación formulada en 2015 de “desarrollar un plan concreto para el retiro gradual de las fuerzas armadas de tareas de seguridad pública” aún está “pendiente de cumplimiento”.
Lo anterior, debido a que, si bien la Guardia Nacional es oficialmente “un órgano civil con funciones policiales”, en los hechos se trata de un “órgano conformado por personal y estructura de tipo militar”.
En lo referente a la observación de “fortalecer la capacidad de la policía para realizar las tareas de seguridad pública conforme a estándares internacionales”, la comisión dijo que aunque ha habido cursos de capacitación a diversos agrupamientos, “observa con preocupación que existen reducciones presupuestales que contradicen el supuesto interés por el fortalecimiento policial”.
Sobre el caso Ayotzinapa, el organismo destacó que el gobierno de México impulsó la reinstalación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, logró identificar los restos del normalista Christian Rodríguez Telumbre y abandonó la llamada “verdad histórica”, por lo que consideró su recomendación en “cumplimiento parcial”.