Soldeu. Enfrentados a una nueva oleada de Covid-19, jefes de Estado y de gobierno de América Latina, España, Portugal y Andorra buscarán hoy en la 27 Cumbre Iberoamericana hacer un frente común para conseguir más vacunas contra el virus y un financiamiento destinado a la recuperación económica pospandemia.
“Un pequeño grupo de países concentran todas las vacunas y la gran mayoría no tenemos acceso”, lamentó ayer el presidente de Guatemala, Alejandro Gia-mmattei, durante la clausura del 18 Encuentro Empresarial previo a la cumbre celebrada en Soldeu, y zanjó que “si no cerramos brechas, la humanidad como tal tiene una perspectiva muy difícil en el futuro cercano”.
Giammattei calificó de “fracaso” el sistema de distribución Covax, dirigido por la Organización Mundial de la Salud, porque ha destinado a su país menos dosis que las que ha logrado obtener a través de donaciones o compras.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, acompañado del rey Felipe VI, insistió en que sólo la unión y el diálogo permitirán superar la crisis provocada por la pandemia y reivindicó la importancia que tendrán para ello los acuerdos comerciales que concreta la Unión Europea con algunos países de América Latina.
Como muestra de su compromiso, Sánchez anunció que su gobierno donará, “en cuanto sea posible”, vacunas a América Latina, sin especificar número de dosis, además resaltó que son foros como estos, de carácter multilateral, donde es posible concertarse y aunar esfuerzos para afrontar la pandemia, además de encarar la recuperación económica.
Debido al reciente incremento de contagios, algunos líderes participarán en el encuentro de manera virtual, mientras los representantes de España, Portugal y Andorra, junto con los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y República Dominicana, Luis Abinader, llegaron a Soldeu.
Sólo 16 mandatarios confirmaron que se dirigirán al pleno. El presidente Andrés Manuel López Obrador; el brasileño, Jair Bolsonaro, y el paraguayo, Mario Abdo Benítez, no se pronunciarán en esta reunión que marca tres décadas de cumbres iberoamericanas que se inauguraron en 1991 en México.
En la agenda, los mandatarios tienen como prioridad acordar posiciones comunes frente a la pandemia, que vuelve a golpear con fuerza a América Latina, segunda región más enlutada del mundo con casi 868 mil fallecidos y 27.3 millones de contagios, el Caribe incluido, sólo por detrás de Europa, que ya suma un millón de muertos y 48.2 millones de casos.
De la cumbre saldrá un llamado firme al “acceso universal a las vacunas como bien público global” y a fortalecer el mecanismo Covax, que pretende una distribución equitativa, adelantó la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
En tanto, Estados Unidos, que liderará una cumbre climática jueves y viernes, presionará a todas las naciones para que reduzcan la dependencia del carbón, informó el secretario de Estado, Antony Blinken, al advertir que “no nos quedará mucho mundo” sin un liderazgo más fuerte de Washington para mejorar el medio ambiente.