Coatzacoalcos, Ver., Un ducto de gas de Petróleos Mexicanos (Pemex) explotó y ocasionó un incendio ayer en el complejo petroquímico Pajaritos, cinco años después de que estalló la planta Clorados 3 de esas instalaciones, accidente que dejó 24 muertos y 136 heridos.
Pemex no informó sobre lo ocurrido, pero obreros consultados confirmaron que la conflagración se debió a que una línea de gas natural que va de la terminal refrigerada de Pajaritos hasta el complejo petroquímico del mismo nombre reventó muy cerca de la barda perimetral de la planta Sales del Istmo, propiedad de Grupo Cydsa.
Videos de seguridad registraron el momento en que el ducto explotó. Trabajadores petroleros afirmaron que el siniestro sucedió en instalaciones con las cuales la empresa productiva del Estado se abastece para sus procesos y tardó casi dos horas en quedar controlado.
Efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional cercaron el área de acceso a la zona industrial de Pajaritos y desalojaron a personal de empresas contratistas que realizaban obras de ampliación en Cydsa.
El Comité Local de Ayuda Mutua, organismo de seguridad y contra incendios del área industrial del sur del estado, activó el código 3 de emergencia (el nivel más alto). Cuerpos de emergencia externos ofrecieron apoyo para apagar el incendio.
Una hora antes hubo un primer incidente en un área de turbogeneradores de energía eléctrica del complejo petroquímico Morelos, que hizo parar las labores en todas las plantas.
En su cuenta de Twitter, Pemex dio a conocer que cuatro personas padecieron lesiones por vapor de agua que no pusieron sus vidas en riesgo y fueron atendidas en su hospital regional ubicado en Minatitlán.
Pemex cuenta con turbogeneradores de ciclo combinado que reutilizan gas y vapor, pero no les ha dado mantenimiento y carecen de sistemas de emergencias coordinados con la Comisión Federal de Electricidad, aseguraron obreros.
Al romperse ayer discos de seguridad de los aparatos, hidrocarburos entrampados en las tuberías llegaron a los quemadores, provocando lo que Pemex denomina “quema controlada”.