Arte, negocios e historia: el libro de la OMR (Turner, 2020) es una obra significativa que resume 35 años de la galería fundada en 1983 en la plaza Río de Janeiro de la colonia Roma por Patricia Ortiz Monasterio y Jaime Riestra. La publicación fue presentada en forma virtual por Cuauhtémoc Medina en la plataforma del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), del que es jefe de curaduría.
El investigador consideró la publicación un “evento histórico que va más allá de los motivos personales o internos a la galería”. En México “no tenemos estos instrumentos para ver cómo la obra de arte circulaba, cómo vivían los artistas y cuáles eran las perspectivas históricas de la obra”. Destacó que en tres décadas y media, la OMR realizó 500 exposiciones.
Ortiz Monasterio y Riestra han compilado unas memorias de “significación enorme para la historia del arte local”. Medina las comparó con las de Inés Amor, fundadora de la Galería de Arte Mexicano, recopiladas por Teresa del Conde y Jorge Alberto Manrique, “fuente en la que buscamos orientación y chismes del arte mexicano a partir de los años 30 del siglo pasado”.
Una galería de arte es un lugar donde se cruzan varios caminos: por un lado es un negocio y por el otro una casa con “una serie de familias disfuncionales vertebradas en el tiempo. Es un proyecto y es una carga, un objeto pesado que no es fácil de hacer continuar. A lo mejor es más fácil abrir una galería que mantenerla e, incluso, cerrarla”, bromeó Medina.
Más de 2 mil fotografías
El jefe de curaduría del MUAC recordó que una parte del archivo de la galería OMR está depositada en el museo. El fondo está integrado por 2 mil 167 fotografías análogas que registran las obras y exposiciones realizadas entre 1983 y 2007. “Sabemos que las galerías son un medio de comunicación clave. El archivo de la OMR no es nada más los papeles que se quedaron tirados por allí, sino un objeto que requiere de mucho trabajo. Ustedes lo guardaron de forma ordenada”, apuntó Medina.
Sobre ese bien organizado archivo de la OMR, Riestra explicó que “Patricia venía de trabajar con Fernando Gamboa, hombre metódico. En ese momento laboraba en la Secretaría de Relaciones Exteriores, en Asuntos Internacionales, con Rafael Tovar y de Teresa. Traía un conocimiento de archivo que hizo que el de la galería fuera tan celosamente preservado”. El crecimiento de los artistas exige tanto la recuperación fotográfica de dónde se encuentran sus piezas y las actividades en que han participado.
El prólogo es de Osvaldo Sánchez y la investigación fue realizada por Maco Sánchez Blanco y Christian Sánchez. Los artistas expositores están presentados de manera “pareja”, sin privilegiar a nadie. También se trata de un libro muy personal en el sentido de que tanto Riestra como Ortiz Monasterio cuentan su historia en torno a la galería.
El número uno que el libro trae en el lomo es un “guiño” a Cristóbal Riestra, hijo de la pareja, director de la galería desde 2016, en el sentido de que Arte, negocios e historia... “no es una historia cerrada”, apuntó Ortiz Monasterio.