Hace unos años parecían intrusos. Las grandes cadenas de distribución de cine rehusaban proyectar sus cintas. Sus títulos fueron prohibidos en el Festival de Cannes. Eran vistos como una compañía de renta de devedés que se había convertido en un servicio de streaming y ahora estaban intentando invadir la santa alfombra roja. Pocos en la industria cinematográfica querían a Netflix.
Aunque algunos en Hollywood calificaron a la plataforma de “grandes disruptores”, la mayoría los rechazaba. Incluso los cineastas que habían trabajado con ellos parecían cautelosos. Cary Fukunaga, director de Beasts of No Nation, una de las primeras cintas de Netflix en competir por el Óscar, lamentaba lo difícil que se había vuelto llevar películas de espíritu independiente a los cines, “a menos que cuentes con un espectáculo gigante o un gran boca a boca detrás”.
Muerte del cine
Autores de renombre advirtieron que el público ahora vería sus películas en sus celulares y laptops, en medio de revisiones de redes sociales, antes que verlas adecuadamente en la pantalla grande. La discusión de hace seis años era sobre la muerte del cine, un proceso que se creía Netflix estaba acelerando.
Las grandes cadenas de exhibición boicotearon Beasts of No Nation bajo el argumento de que Netflix se rehusaba a dejar la tradicional “ventana teatral” para la película, aquel periodo de tres o cuatro meses en el que se supone que las cintas sólo estén disponibles en la gran pantalla.
Los cines independientes que sí proyectaron la película, no parecían tampoco muy emocionados al respecto. Sentían que Netflix simplemente estaba haciendo esos estrenos con el objetivo de calificar para los premios Bafta y Óscar.
Ahora todo eso pareciera historia antigua, sobre todo cuando en la temporada de premios de 2021, Netflix se ha convertido en el actor principal. Los largos brazos del servicio de streaming se estiran por todas las categorías del Óscar.
Mank y The Trial of the Chicago 7 están nominadas a mejor película. Netflix cuenta con 16 cintas seleccionadas y 35 nominaciones, una cifra que incluso pone a los estudios tradicionales en vergüenza. El miedo general y la aversión que solían caracterizar la actitud hollywodesca parecen haber desaparecido.
Mientras que pudo haber sido controversial el hecho de que Roma de Alfonso Cuarón ganara el reconocimiento a mejor director y mejor película en lengua extranjera hace dos años, ahora nadie en Hollywood movería un dedo si Mank de David Fincher se llevara el reconocimiento.
Para entender por qué Netflix es ahora abrazado en lugar de rechazado, habría que mirar cuán rápido el mismo Hollywood ha cambiado en los pasados dos años. Una de las mayores modificaciones en los estudios ha sido la adquisición de Fox por parte de Disney en 2019, lo que resultó ser una ventaja para Netflix en lo que a su posición en Hollywood respecta.
La desaparición de Fox dejó un hueco en un exclusivo y poderoso club: la Motion Picture Association, institución que representa los intereses de los grandes de Hollywood. Cuando Netflix fue invitada a unirse, se desmintió la idea de que los estudios estaban en guerra con los streamers. De hecho, ahora esas cadenas han lanzado sus propios servicios, pertenecen al mismo negocio.
Cintas atrevidas y poco convencionales
El éxito que ha logrado Netflix en premios y nominaciones en los años recientes proviene de las apuestas que hace para adquirir películas atrevidas y poco convencionales que los estudios tradicionales podrían no querer apoyar. Después gastan fortunas en publicidad, proyecciones especiales y preguntas y respuestas para los votantes.
En 2017, la compañía se arriesgó a pagar 4.6 millones de dólares por el documental sobre el deporte ruso Icarus de Bryan Fogel. Parecía una apuesta imprudente hasta que el Comité Olímpico Internacional lo citó como “pieza clave de evidencia para prohibir” que Rusia fuera a la competencia. La cinta, antes ignorada por el público, se volvió el documental más discutido del año y terminó ganando uno de los primeros Óscar de Netflix.
Con alrededor de 30 oportunidades para ganar un premio, la empresa de streaming está destinada a contar con algunos ganadores. El triunfo más grande, sin embargo, es que Netflix, una vez un paria en Hollywood, es ahora considerada una parte fundamental en cualquier ceremonia de premiación que se respete.