Un espectáculo para niños sustentado más en la creación de mundos fantásticos que en el didactismo es la propuesta de la compañía queretana La Gaviota Teatro, que del 17 de abril al 23 de mayo realiza temporada de Colibrí o la misteriosa historia de cómo se apagó el sol en el teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del Bosque.
La obra se vale de títeres y objetos para contar la historia de un ave que toma una decisión errónea y debe aprender a afrontar las consecuencias, al tiempo que muestra también cómo una comunidad de animales enfrenta sus problemas y entiende que no debe confiar del todo en sus dirigentes.
“Gaviota Teatro se ha dedicado siempre al teatro infantil y la idea de esta propuesta es compartir un poco con los niños que en el momento de tomar decisiones no siempre lo hacemos de forma correcta, lo cual no nos hace malas personas, sino que nos ayuda a ser responsables de nuestros actos y, con ello, a crecer”, señala su autor, Raúl Ángeles, quien se encarga de la dirección escénica del montaje al lado de Jorge Smythe.
El creador escénico, nacido en San Luis Potosí en 1984, aclara que si bien en esta pieza teatral se habla un poco de política a los infantes, el propósito central es compartir por medio de la imaginación y la fantasía un mensaje sobre la importancia de la responsabilidad y de saber asumir los errores.
“Nuestra idea como hacedores de teatro, sobre todo infantil, parte de pensar en las historias que nos hubiera gustado ver cuando éramos niños. A partir de ello comenzamos a generar esa chispa. En lo personal, me gustan muchas las historias de fantasía”, explica en entrevista.
“Creo que la imaginación y despertar la fantasía en los niños es muy importante. Hay obras que son muy bonitas, pero a veces caen mucho en lo didáctico, en la retórica, justo en demasiado texto. Siempre me he inclinado por las historias fantásticas”.
Para Raúl Ángeles, ninguna otra propuesta como el teatro de títeres y objetos ofrece la oportunidad para detonar la imaginación y generar nuevos mundos fantásticos, que es la apuesta de La Gaviota Teatro desde su fundación, en 1996.
Presentar Colibrí o la misteriosa historia de cómo se apagó el sol en el CCB es “un sueño” para los integrantes de esa agrupación oriunda de Querétaro, no sólo porque les permite “mostrar el trabajo que se hace alejado del centralismo del teatro en la Ciudad de México”, sino porque es la manera de reactivar sus actividades de forma presencial luego de las restricciones impuestas por la pandemia.
“Es para nosotros una oportunidad poder regresar a los escenarios con el público, con los niños, sacarlos de esta nueva normalidad y rutina de estar frente a las pantallas y mostrarles un arte vivo: el teatro infantil. Es una manera de decir que estamos aquí y habrá teatro para rato”, enfatiza el dramaturgo y actor.
Las funciones serán los sábados y domingos a las 13 horas en el teatro El Galeón Abraham Oceransky (atrás del Auditorio Nacional).