Ginebra. El 2020 fue uno de los tres años más calurosos de los que se tiene constancia, marcado por los incendios forestales, las sequías, las inundaciones y el deshielo de los glaciares, según un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicado ayer, lo que llevó al secretario general, Antonio Guterres, a advertir que el mundo está “al borde del abismo”.
En un “doble golpe” para millones de personas afectadas por los fenómenos climáticos extremos, las restricciones de cierre relacionadas con la pandemia mundial de coronavirus también retrasaron la ayuda en algunas regiones, de acuerdo con el reporte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El documento El estado del clima mundial confirma sus conclusiones preliminares, incluidas las relativas a las temperaturas de la Tierra y los océanos, y llega antes de una cumbre liderada por Estados Unidos que se celebrará el jueves y viernes próximos y en la que Washington tratará de restablecer su credibilidad en materia de cambio climático.
“Estamos viendo niveles récord en las tormentas tropicales, en derretimiento de las capas de hielo o de los glaciares, en relación con la sequía, las olas de calor y los incendios forestales”, declaró Guterres.
El informe mostró que la temperatura media mundial en 2020 fue de 1.2 grados centígrados por encima del periodo preindustrial, lo que lo sitúa entre los tres más calurosos, junto a 2016 y 2019, a pesar de las condiciones de enfriamiento del fenómeno La Niña.
Una vocera de la OMM explicó que el margen estadístico era muy estrecho como para establecer un orden entre los tres años más calurosos. Entre los indicadores que se destacaron se encuentran las extensiones de hielo marino en el Ártico, que fueron mínimas en dos meses de 2020. Alrededor de 80 por ciento del océano experimentó al menos una ola de calor marina el año pasado.
Estados Unidos reportó los mayores incendios en la historia y el mayor número de huracanes que tocaron tierra. El Valle de la Muerte, en California, también registró en agosto la temperatura más alta conocida en el mundo desde hace al menos 80 años: 54.4 grados centígrados, según el informe.
Las medidas diseñadas para frenar la propagación del Covid-19 retrasaron la ayuda tras el ciclón Harold, una de las tormentas más fuertes jamás vistas en el Pacífico Sur, y tras el ciclón Vongfong en Filipinas, donde las normas de sana distancia impidieron el desalojo de residentes en gran número.
La cumbre climática a comenzar el jueves debería ser la ocasión para informar mejor y así “cambiar las mentalidades”, comentó la joven ecologista sueca Greta Thunberg en otra conferencia de prensa organizada por la OMS.