Los peritajes realizados por el agente del Ministerio Público en la sede de la secretaría de Finanzas de Morena –ubicada en la colonia Roma de la Ciudad de México luego de que un grupo de personas con el rostro cubierto ingresara en febrero–, confirmaron que hubo robo de computadoras y archivos.
Los documentos extraídos un mes antes del comienzo de las campañas estarían relacionados con reportes de pagos, contratos de proveedores, dispendios a personal del Comité Ejecutivo Nacional y ante la Secretaría de Hacienda, así como de los recursos destinados por ese partido en los estados.
Inconformes por la definición de candidaturas, el 28 de enero un grupo de morenistas ocupó la sede nacional de su partido en la calle Chihuahua. Después de que la mitad de ellos denunciara que Juan Cáceres, uno de los dirigentes de la protesta, usó la manifestación a fin de buscar candidaturas para su causa, el movimiento se dividió, por lo que otro sector permaneció en la sede de finanzas, en Mérida 291.
Carmen Zepeda, militante de Michoacán en plantón afuera del inmueble, relató que la noche del 26 de febrero un grupo de más de 40 hombres vestidos de negro con pasamontañas llegó en camionetas y, además de agredir a los manifestantes, ingresaron a las oficinas.
Mientras les arrojaban piedras, extinguidores y hasta objetos con gasolina que generaron un incendio en la puerta principal, aprovecharon para sustraer documentos y equipo de cómputo.
Tras eso, dejaron el inmueble por la azotea y huyeron por la parte trasera del edificio. “Creemos que esto viene de la misma dirigencia de Morena, nadie más en esta ciudad nos quiere desalojar”, agregó Guadalupe Castillo, otra simpatizante.
En las oficinas quedaron algunos escritorios con teclados y ratones, pero sin las computadoras, así como expedientes regados. En los estantes se observan etiquetas de “documentación de empleados en el fisco”, “contratos sin firma” y “contratos firmados”.
También quedaron formatos para solicitudes de pago a proveedores, reportes de cobros realizados y al menos seis puertas forzadas.