Roma. Nada duele más que tener la gloria en la mano y ver cómo se disuelve entre los dedos. El Inter de Milán ofrecía la posibilidad de extender una racha de victorias, pero quedó petrificada en 11 triunfos al no poder doblegar a los aguerridos del Nápoles y terminar 1-1 en el estadio Diego Armando Maradona.
Aunque el Inter mantiene el liderato, la ventaja pudo ser más relajada sobre el AC Milán–sin Zlatan Ibrahimovic por suspensión–, que venció horas antes por 2-1 al Génova, y quedó a nueve puntos de distancia.
El conjunto napolitano no dio minutos al mexicano Hirving Lozano, quien de nuevo parece con un futuro incierto en el equipo que dirige Gennaro Gattuso. La condición de local tuvo un efecto en la actitud para enfrentar al cuadro milanés y mantener la lucha por una plaza en la Liga de Campeones.
Los napolitanos se adelantaron con un gol en propia puerta del arquero esloveno Samir Handanovic al minuto 36. El portero tuvo la pelota en las manos, pero en una confusa acción con un defensa no pudo quedarse el esférico y terminó dentro de su meta.
El Inter evitó la derrota con un gol del danés Christian Eriksen al minuto 55. Fue una jugada tejida con el hilo del mejor futbol, desde la salida, con toques veloces y decididos en el avance, un rechazo defensivo que dejó el balón para que el danés recetara un potente disparo con la zurda afuera del área.
El panorama sombrío fue para la Juventus, que tal como marchan las cosas puede estar en riesgo su posibilidad de acudir a la próxima Liga de Campeones. Con un gol postrero de Ruslan Malinovskyi, Atalanta derrotó 1-0 a la Vecchia Signora y se coloca como tercero del torneo.
La derrota se produjo al mismo tiempo que trascendieron reportes de que la Juve forma parte del grupo de pesos pesados de Europa que amenazan con irse de la Liga de Campeones y crear una superliga.