Decepcionante resultó el clásico joven, con los líderes del torneo, Cruz Azul y América, haciendo un round de sombra, puras fintas. Ambos privilegiaron su defensa, abusaron del pelotazo y como la expectativa era alta, el chasco fue rotundo.
El videoarbitraje tuvo que asumir el protagonismo que ni el propio juez central se atrevió a tomar. Con dos polémicos penales surgió forzado el grito de gol en el estadio Azteca… Para equipo con hambre y garra sólo el Puebla.
La Máquina puso por delante a todos sus fantasmas del pasado y del presente, se empequeñece de forma patética cuando tiene enfrente la camiseta amarilla y, como siempre –aún en sus mejores rachas–, el sábado fue incapaz de sacudirse el yugo. Se retiraron de la cancha ambos cuadros con alivio, airosos y altivos, felices con la igualada; pero, en realidad, asestaron dura puñalada al espectáculo, que en la fecha 15 reportó tres empates a cero.
Cruz Azul desdeñó la posibilidad de hacer historia, como hubiera ocurrido en caso de lograr su decimotercera victoria. Alegar no haber tenido al técnico Juan Reynoso en la banca sonaría a pretexto.
Las Águilas, incluso menguadas por numerosas bajas, lucían con armas suficientes, pero actuaron con tibieza y dejaron escapar el liderato y, ciertamente, tuvieron más enjundia para hacer reclamos por el arbitraje de la Concacaf.
En otro juego con más tonos grises que claros, las Chivas, con la presión hasta la coronilla, lograron una victoria ante Xolos, apenas para intentar arañar la zona de repesca. Los rojiblancos esperan un milagro.
Por ahora sólo les queda hacer un cierre digno, pero quizá sea mucho pedir ante jugadores que tienen la mente extraviada en sueños guajiros como JJ Macías y el abucheado Uriel Antuna, que acuñan la ilusión de triunfar en Europa sin pisar suelo firme, o como Miguel Ponce, quien anhela ser cantante. Es mucha la limitante de jugar sólo con mexicanos y un privilegio estar en un equipo de prosapia del máximo circuito, como para que todavía los rojiblancos se muestren como un puñado de mozos desubicados, algunos ya no tan jóvenes. Víctor Vucetich se llevó cartón amarillo en la reunión semanal con su patrón Amaury Vergara, está advertido, y para salvar el pellejo deberá sumar ante Monterrey, en juego pendiente, y luego frente a Atlas y Tigres.
Es de alabar el ojo certero de la directiva del Puebla, el torneo anterior con Juan Reynoso cumplió de sobra y en el presente roba de nuevo con Nicolás Larcamón, quien dijo que su directiva le pidió “un futbol diferente”, ¡y vaya que ha cumplido!
Hay júbilo en la Angelópolis, pues casi tiene seguro el boleto a cuartos de final con un despliegue sobre la cancha que ya quisieran muchos de los llamados grandes.
Sin haber sido futbolista profesional, el técnico argentino Larcamón, de 36 años (más joven que Jesús Corona y Oribe Peralta), es la grata sorpresa del Guardianes 2021 por su gran campaña en uno de los clubes de menor presupuesto, lo que exhibe aún más los tumbos de equipos como Tigres, cuya directiva está cansada de derrochar dinero y ha puesto en tela de juicio la continuidad del enfurruñado Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, cuyo juego apático repudia hasta su propia afición.
Larcamón y su vistoso accionar acabaron con las esperanzas del Atlético San Luis de eludir la multa de 120 millones de pesos, así que la directiva potosina deberá restablecer el cordón umbilical con el boyante Atlético de Madrid para nutrirse de recursos.
En realidad ya nadie quiere pagar multas –tampoco descender–, se habla de reinstalar el ascenso y descenso, siempre y cuando los de Expansión cumplan con el cuaderno de requisitos… El mismo cuento de antes.
El certamen femenil está que arde. En la cima hay triple empate entre Tigrillas, Chivas y rojinegras, todas con 33 puntos, aunque las felinas pueden instalarse en solitario como líderes este lunes si vencen a las Xolas. Rayadas, Pumas y Tuzas tienen al alcance su boleto a la liguilla. La gran decepción es el América, rebasado por Toluca y Cruz Azul, que amenazan con bloquearle el paso. Las Gallitas de Carla Rossi se desinflaron.