El retraso en la compra de medicinas mediante licitación internacional es un problema que ya genera desabasto. Tal vez hizo falta buscar otros mecanismos antes que proveedores en el extranjero, pero no se debe perder de vista que “estamos en una lucha frontal contra intereses que no desaparecen por voluntad; siguen actuando, tienen los monopolios e incluso siguen incrustados en la estructura del gobierno”, advirtió Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Sobre el plan de atención y medicamentos gratuitos, dijo que hacen falta alrededor de 7 mil millones de pesos anuales para cubrir los costos de prótesis, implantes, marcapasos, entre otros dispositivos para los pacientes de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
No obstante, hay avances, porque los pacientes ya no pagan por las consultas y servicios en esos nosocomios. El monto que se obtenía por las cuotas de recuperación son aportados por la Federación.
En entrevista, el funcionario comentó que ya se discute en el gabinete de salud con el presidente Andrés Manuel López Obrador las acciones siguientes para resolver el rezago histórico en los servicios de salud pública, diagnósticos preventivos, servicios de atención y rehabilitación.
Sobre esta última, reconoció que no estaba en el plan original, pero la pandemia de Covid-19 colocó a los servicios de rehabilitación como una prioridad, por las secuelas que enfrentan quienes han superado la enfermedad, independientemente de la gravedad del cuadro.
La pandemia también ayudó para avanzar en la unificación del sector, lo cual se vio con diferentes acciones, entre ellas que hospitales abandonados fueron terminados por el Ejército con financiamiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y para su operación se transfirieron a alguna de las instituciones federales. Esto servirá para hacer una mejor planeación de los servicios.
Respecto a los medicamentos, el subsecretario destacó la importancia de hacer compras consolidadas para bajar los precios. El caso emblemático fueron los antirretrovirales (para el control del VIH/sida) donde el ahorro fue de más de 50 por ciento.
No obstante, reconoció que en el proceso que conduce la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) ha habido retrasos que ya causan desabasto en las unidades médicas.
Aseguró que no hay de parte del gobierno una ruptura con los laboratorios farmacéuticos, pero las distribuidoras que han hecho negocios millonarios “por alianzas corruptas con sucesivas administraciones siguen ahí. Sus agarraderas están en numerosos funcionarios del gobierno. Ahí están enganchadas”.
López-Gatell comentó el caso de una planta del laboratorio Pisa, ubicada en la alcaldía Coyoacán en Ciudad de México. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ordenó la suspensión de actividades en 2019, pero una funcionaria de alto nivel levantó la sanción.
“Nos dimos cuenta hace un mes” en la revisión que hizo el nuevo titular del organismo, Alejandro Svarch, sostuvo.