La pandemia y sus efectos en el sistema educativo es un llamado a reimaginar la educación, lo que incluye a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), pues aseguró que es necesario reflexionar “cómo podemos aprovechar esta institución, y que su encargo, que es enorme, ya que se le pide no sólo la evaluación, sino mejorar el sistema de enseñanza, no sea un encargo que se haga irrelevante, que esté en el papel, pero no en la realidad”, advirtió Gabriel Cámara Cervera, director general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).
Durante la mesa de análisis “Horizonte de mejora continua de la educación: significado, retos y perspectiva”, convocado por la Mejoredu, Cámara Cervera destacó que el “gran poder de la comisión está en la libertad con la que puede investigar, recoger y presentar experiencias vivas de los maestros que están dando resultado”.
Además, fortalecer la libertad de profesores y alumnos para decidir qué quieren aprender es la herramienta más poderosa para hacer que los aprendizajes sean relevantes, más que imponer evaluaciones diagnósticas que acabarán reducidas a la aplicación de un examen, resaltaron especialistas del sector educativo.
Al respecto, Ángel Díaz Barriga, experto en temas educativos y profesor-investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló la necesidad de eliminar el concepto de evaluación diagnóstica, “porque al final se va a reducir a un examen, porque en este país se tiene la gran confusión de que evaluación es igual a examen, cuando no es así, ya que existe un sistema de retroalimentación en el trabajo docente”.
Explicó que se debe impulsar un cambio progresivo, gradual y sistemático, pero también radical en el enfoque de cómo se evalúa en las escuelas, considerando sus particularidades, y la capacidad de los docentes para identificar los desafíos de sus alumnos, pero también de sus comunidades escolares.