París. El gobierno de Francia anunció el domingo que está imponiendo restricciones de entrada a los viajeros de Argentina, Chile, Sudáfrica y Brasil con la esperanza de evitar variantes de coronavirus especialmente contagiosas.
Francia sólo permitirá la entrada de viajeros procedentes de esos cuatro países que sean ciudadanos franceses y sus familias, ciudadanos de la UE y otras personas con un hogar permanente en Francia. Las restricciones incluyen cuarentenas obligatorias de 10 días con controles policiales para garantizar que las personas que lleguen a Francia cumplan con el requisito.
Hace unos días, Francia suspendió todos los vuelos desde Brasil. La suspensión se retirará el sábado próximo, después de 10 días, y las nuevas restricciones se implementarán “progresivamente” para entonces, dijo el gobierno. La suspensión de vuelos para Brasil se levantará seguida de “medidas drásticas” para ingresar a Francia desde los cuatro países, más el territorio francés de Guayana, dijo el ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian.
Los cuatro países “son los más peligrosos en cuanto a la cantidad de variantes que existen y en la evolución de la pandemia en estos países”, dijo Le Drian el sábado en el canal de televisión France 3.
Advirtió que Francia podría ampliar la lista de países sujetos a controles fronterizos más estrictos.
Con las nuevas restricciones, los viajeros deben proporcionar una dirección donde planean pasar el período de confinamiento de 10 días y la policía hará visitas y multará a quienes violen la orden, dijo el gobierno.
Junto con la cuarentena obligatoria, Francia exigirá pruebas médicas más estrictas para el coronavirus. Los viajeros deben mostrar una prueba negativa de PCR realizada menos de 36 horas antes de abordar un vuelo, en lugar de 72 horas antes, o un test de antígeno negativo de menos de 24 horas.
Francia ha informado de la muerte de 100 mil personas desde el inicio de la pandemia hace un año.
Una variante identificada por primera vez en Inglaterra se extendió a Europa continental y ahora es responsable de un 80% de los casos de virus en Francia. Las variantes que se vieron por primera vez en Brasil y Sudáfrica representan menos del cuatro por ciento de las infecciones en Francia, dijo la semana pasada el ministro de Salud, Olivier Veran.