La zona cerril de Milpa Alta, donde hay vestigios arqueológicos como petrograbados, está en riesgo de ocupación, alertaron habitantes que no pueden protegerla porque los terrenos se comparten con comuneros de Xochimilco.
Manifestaron que en una ladera del cerro Tixculco ya se puede ver la destrucción, “la gente empezó a abrir caminos y lo más grave es que se han levantado viviendas”.
Señalaron que han identificado a personas de San Gregorio Atlapulco y San Bartolomé Xicomulco con quienes se ha hablado para que desistan del daño que ocasionan por la destrucción de áreas arboledas.
Sin embargo, hay otros grupos con los que no se ha tenido contacto y en cada oportunidad que se les presenta dañan los cerros.
Ante las afectaciones, la Comisión de Recursos Naturales presentó una denuncia por daño ambiental, destrucción de zonas arqueológicas, cambio de uso de suelo y lo que resulte, la cual fue respaldada por los pobladores.
La destrucción de la zona boscosa que está a la altura de la planta de tratamiento de San Pedro Atocpan se detectó hace cuatro meses, y si bien son tierras que se integran a la comunidad milpaltense los dueños y administradores de esos terrenos son pobladores de Xochimilco.
Hace años investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia realizaron trabajos en los 12 pueblos de la comunidad y en la zona cerril, donde hallaron petrograbados y otros vestigios arqueológicos que se han tratado de preservar, relataron los comuneros.
Ante una posible ocupación para levantar viviendas, se podrían perder también los vestigios, “porque la gente no sabe su valor. Ellos llegan a abrir brechas para hacer los caminos y se llevan de tajo todo”.
A pesar de que hay brigadas en esta parte del cerro al parecer la vigilancia no ha sido suficiente, por lo que llamaron a reforzarla.