Las autoridades iraníes anunciaron ayer que empezaron a enriquecer uranio a 60 por ciento en respuesta a un ataque en su planta de Natanz, que atribuyeron a Israel. El canciller de Tel Aviv, Gabi Ashkenazi, afirmó que su país está resuelto a impedir que Teherán fabrique un arma nuclear. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, sostuvo que “no cree que sea en absoluto útil” la medida adoptada por la república islámica, aunque agregó: “Nos complace que Irán haya aceptado entablar conversaciones”. En la imagen, el presidente iraní, Hassan Rouhani, en reunión con su gabinete. Foto Afp