Parcelarios, ejidatarios, ciudadanos y pobladores del pueblo maya de Kimbilá, municipio de Izamal, Yucatán, denunciaron que el comisariado ejidal los convocó a una asamblea este domingo con el objetivo de que autoricen al Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) la expropiación de más de 6 mil metros cuadrados de las tierras de uso común y parte del territorio indígena, y para aprobar el respectivo cambio de uso de suelo ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para obras del tren maya.
Mediante una denuncia pública dirigida a las organizaciones de derechos humanos estatal, nacional y a los que México se ha adherido en el ámbito internacional, además de los organismos electorales de carácter local y nacional, los firmantes piden “que se abra la discusión a la totalidad del pueblo de Kimbilá y sus agrupaciones dentro del pueblo.
Exigen verdadera consulta
“Solicitamos que se abra un verdadero proceso de la consulta, pública, libre e informada como garantía del derecho a la consulta, después de las elecciones del mes de junio, previo a que sentemos las bases de una verdadera auscultación que tome en cuenta nuestras formas de organización y decisión, y a cada uno de los grupos del poblado.
“Sabemos que Fonatur, violentando los estándares internacionales de consulta ha hecho visitas con grupos cerrados de ejidatarios desde el 7 de enero, generando más confusión y más rumores entre los pobladores de Kimbilá sobre el tren maya.”
En ese sentido, rechazan que las autoridades federales y líderes ejidales “quieran imponernos formas de decisión de asuntos tan trascendentes como la tierra y territorio originarios, violentando los estándares internacionales” de consulta a pueblos indígenas conforme al convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y, enfatizando que Kimbilá es pueblo maya, originario y anterior a la invasión española.
Los autores del documento recuerdan que durante las asambleas regionales de 2019, el anterior comisario ejidal de Kimbilá sólo asistió a la fase informativa de noviembre, pero no a la consultiva de diciembre, tal como queda evidenciado en ambas listas de asistencia.
“No es posible que Fonatur pretenda realizar un trámite apresurado involucrando sólo a una parte de la población, reduciendo las decisiones a las asambleas ejidales, pues estas no incluyen a toda la población maya y maya-hablante, a usufructuarios y avecindados de Kimbilá; es decir, a la población en general.
Recalcan que este posicionamiento no es de aprobación o rechazo al proyecto tren maya, pues no se conoce completamente, con sus beneficios y perjuicios.
El rechazo y el extrañamiento se dirige a las formas y procedimientos por los cuales se está llevando a cabo dicho proyecto.