Minneapolis. La ex agente de policía que mató de un disparo a un joven negro cerca de Minneapolis fue imputada por cargos de homicidio involuntario, y luego liberada con fianza de 100 mil dólares, en momentos en que esta ciudad estadunidense es escenario de nuevas protestas.
El clima ya era tenso en esta ciudad del medio oeste de Estados Unidos donde se celebra el juicio por el asesinato de George Floyd el año pasado, cuando Kim Potter, ex agente de policía blanca, disparó contra el afroestadunidense Daunte Wright, de 20 años.
Líderes de la comunidad negra y familiares de Wright pidieron cargos más severos contra Potter, quien argumenta que confundió su pistola paralizante (taser) con un arma de fuego.
Activistas apuntan al caso de Mohamed Noor en 2017. El policía negro de Minneapolis que mató a una mujer blanca y fue acusado de asesinato no premeditado y sentenciado a 12 años y medio de prisión.
La noche del miércoles continuaron las protestas por la muerte de Wright.
A unos 14 kilómetros de ahí, prosiguió el juicio contra el ex policía Derek Chauvin, quien puso su rodilla sobre el cuello de Floyd por más de nueve minutos causándole la muerte durante un arresto por portar un billete falso de 20 dólares.
Chauvin se negó a declarar y dijo al juez Peter Cahill que se acogía a su derecho de la quinta enmienda y no subió al estrado.