Washington. “Estados Unidos no busca empezar un ciclo de escalada y un conflicto con Rusia”, sostuvo ayer el presidente estadunidense, Joe Biden, luego de que su gobierno anunció una salva de 32 sanciones contra Rusia en represalia por lo que Washington considera “acciones internacionales desestabilizadoras”, incluidos ataques a intereses estadunidenses.
“Le dejé en claro al presidente Vladimir Putin que podríamos haber ido más lejos, pero decidí no hacerlo porque no buscamos un conflicto con Rusia. Queremos una relación estable y predecible”, señaló Biden en un discurso televisado después de anunciar sanciones contra Moscú.
El jefe de la Casa Blanca agregó que a principios de esta semana hizo una advertencia previa a su homólogo ruso durante una llamada telefónica.
Washington acusa a Moscú de interferir en las elecciones presidenciales estadunidenses de 2020, como en 2016, con campañas de desinformación digital, y también de orquestar el ciberataque masivo SolarWinds descubierto en diciembre, que comprometió a miles de redes informáticas del sector privado y del gobierno de Estados Unidos.
Washington denuncia que Rusia violó “principios bien establecidos del derecho internacional”, incluida la ocupación de Crimea desde 2014 y más recientemente la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania, lo que aumenta los temores de una escalada de violencia en la región.
También asegura que Moscú está interfiriendo en “países y regiones importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos”, como Afganistán.
Además, Estados Unidos ha expresado una creciente preocupación por el deterioro de la condición del opositor ruso encarcelado Alexei Navalny.
Entre las sanciones anunciadas figura que el Tesoro prohibió a las instituciones financieras estadunidenses comprar directamente deuda emitida por Rusia después del 14 de junio. El Departamento de Estado expulsó a 10 funcionarios de la embajada rusa en Washington y sancionó a seis empresas de tecnología rusas acusadas de apoyar las actividades de ciberinteligencia de Moscú, en particular el ataque SolarWinds.
El Tesoro también apuntó contra 32 organizaciones y personas que supuestamente “intentaron influir en las elecciones presidenciales estadunidenses de 2020” y ofrece 250 mil dólares por información que lleve a su arresto.