Cuernavaca, Mor., Para Angélica Ayala Galván, integrante del Frente Juvenil en Defensa de Tepoztlán y de la brigada de Los Tejones del barrio de Santo Domingo, el incendio que dañó 350 hectáreas de pino y encino del parque nacional El Tepozteco fue provocado por visitantes que en tiempos de sequía suben a los cerros de esta área natural protegida a pesar de que el ayuntamiento de Tepoztlán lo prohibió desde febrero pasado.
La brigadista comunitaria que quedó atrapada en el fuego el pasado martes durante una hora y media, junto con otros 27 voluntarios, consideró que la extensión dañada habría sido mucho menos de la mitad si la Secretaría de Desarrollo Sustentable hubiera atendido el llamado desde el mediodía del domingo pasado, cuando se inició el incendio, y también si el gobierno federal hubiera enviado los helicópteros el lunes.
Originaria de Tepoztlán, Angélica recuerda que el martes a las ocho de la mañana ella y sus compañeros caminaron dos horas por los cerros hasta llegar a una parte de riscos conocida como Los Venaditos, donde las llamas que pretendían apagar con sus machetes, picos, palas y rastrillos eran muy intensas.
De repente se dieron cuenta de que “estábamos como a cinco metros de las llamas. Compartimos entonces la ubicación para que mandaran (en helicópteros) las descargas (de agua). Había muchísimo humo, calor por el sol y el fuego y algunos compañeros estaban en mal estado, sangraban por la nariz a causa del el humo, pero todos nos mantuvimos calmados, ya que los (tripulantes de los) helicópteros sabían que estábamos atrapados”, narró.
Una vez que los aparatos los alejaron del fuego, los 28 brigadistas bajaron por Santo Domingo, Ocotitlán, alrededor de las cuatro de la tarde, y otra vez caminaron dos horas para llegar al poblado. A la mitad de camino encontraron un ojo de agua del cual bebieron y llenaron sus botellas; asimismo, atendieron a los que habían sangrado. En la iglesia de Santo Domingo se revisaron y se dieron cuenta que todos estaban ilesos.
Fueron justamente habitantes de Santo Domingo los que informaron el domingo por la tarde que la mañana de ese día vieron subir a un grupo de seis personas a caminar por los cerros.
Además de la brigada de Angélica, en Tepoztlán hay cuando menos otras cinco organizaciones comunitarias dedicadas a esa tarea, sin contar los voluntarios que participan en el combate a incendios, porque la mayoría de la población originaria del pueblo mágico aprecia mucho sus cerros y respeta mucho la naturaleza, afirmó Angélica.