Morelia, Mich. Habitantes de la cabecera municipal de Aguililla y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ocuparon el edificio del ayuntamiento y la receptoría de rentas de esta localidad para exigir que paren las agresiones en contra del profesor Fernando Padilla Vázquez, las cuales se iniciaron el pasado martes, cuando el gobernador perredista Silvano Aureoles Conejo lo empujó mientras participaba en una protesta pública contra la inseguridad y las amenazas de la delincuencia, que desde hace meses tiene sometida a la población.
Padilla Vázquez aseguró que el mandatario estatal ha pretendido dañarlo a partir de lo ocurrido el martes; primero intentó criminalizarlo al asegurar que era vigía del crimen organizado; luego lo acusó de ladrón y la tarde del miércoles no recibió el cheque de su quincena.
“Lo veo como un asunto personal y de venganza del gobernador”, dijo el maestro, quien desde hace 20 años labora en una escuela de una sola aula y dos profesores en Aguililla.
Advirtió que mantendrán ocupada la presidencia municipal en tanto no se detengan las agresiones y el gobierno estatal se comprometa a poner fin a los ataques “personales” y enfrente la inseguridad que los pone en riesgo a él y su familia.
La mañana de ayer, en conferencia de prensa, el dirigente estatal de la CNTE, Gamaliel Guzmán Cruz, anunció que este jueves se reuniría con el secretario de Educación estatal, Héctor Ayala, para demandar el pago inmediato al profesor Padilla. Al cierre de esta edición se informó que el profesor ya había cobrado.
“Conocemos al maestro (Padilla Vázquez) y sabemos que es una persona honesta y seria. No es correcto criminalizarlo, sobre todo porque al tacharlo de halcón lo pone en riesgo ante el crimen organizado que azota esta región donde termina la Tierra Caliente e inicia la zona serrana”, añadió Guzmán Cruz.
Añadió que Padilla Vázquez decidió manifestarse como ciudadano sin dañar a nadie; “al contrario, fue víctima de una agresión y, lejos de recibir una disculpa, hay más muestras de abuso de poder”.
El pasado martes el político michoacano arribó al poblado de Aguililla (de unos 10 mil habitantes) en un helicóptero, escoltado por otros cuatro aparatos, y en tierra se desplegaron elementos de seguridad federal y estatal.
En la plaza pública se reunió un grupo de habitantes que portaban pancartas, en una de las cuales le pedían a Aureoles Conejo que viajara por tierra para que conociera lo que pasa en este municipio. “Creemos que eso le molestó al gobernador”, consideró Gamaliel Guzmán.
En conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán, Israel Patrón Reyes, admitió que este municipio se mantiene aislado por cortes carreteros y hay desabasto de víveres, pues los camiones repartidores son asaltados y los enfrentamientos son constantes; no obstante, negó que una célula delincuencial controle Aguililla.
Guerra de cárteles
No sólo esta localidad ha estado amenazada por la lucha entre el cártel Jalisco Nueva generación (CJNG) y Cárteles unidos de Michoacán (integrado por Los Viagras, Blancos de Troya y Los caballeros templarios); también han sido afectados los municipios vecinos de Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán y Coalcomán.
El 14 de octubre de 2019 fueron emboscados en la localidad de El Aguaje (de unos 2 mil habitantes) 40 policías estatales; 13 de ellos perecieron y siete resultaron lesionados. Se presume que los autores del ataque fueron integrantes del cártel jalisciense.
En agosto de ese año se enfrentaron gatilleros del CJNG y de las autollamadas autodefensas que encabeza Juan José Farías, El Abuelo. Seis pistoleros fueron abatidos en la zona colindante con Jalisco.
En diciembre pasado, elementos federales de seguridad y del estado se enfrentaron a un grupo armado en Aguililla. Hubo dos muertos y 10 detenidos. Este año han sido reportados al menos una docena de enfrentamientos y varios decesos; no obstante, las autoridades no han reconocido estos hechos.
El pasado 2 de abril, en la localidad de La Enramada, municipio de Aguililla, fueron localizados los restos de ocho hombres baleados y decapitados. Horas antes se había reportado un enfrentamiento.
El sacerdote Gregorio López comentó que, ante las balaceras y la presencia de grupos delictivos, en semanas recientes decenas de familias han huido de varios poblados de Aguililla, entre ellos El Charapo, Naranjo de Chila, El Aguaje, Los Mojos y La Bocanada.
“Lo más grave es que no ha habido respuesta de ningún gobierno. Cómo estarán las cosas que hasta las autoridades se quejan como si fueran ciudadanos comunes, cuando a ellas les toca garantizar seguridad”, criticó el religioso.