Washington. Las ventas minoristas de Estados Unidos rebotaron con fuerza en marzo, ya que los consumidores recibieron cheques de ayuda federal por la pandemia y el avance de las vacunaciones mejoró la actividad de servicios, lo que cimentó las expectativas de un robusto crecimiento económico en el primer trimestre.
Las ventas minoristas saltaron 9.8 por ciento el mes pasado, dijo ayer el Departamento del Comercio. Los datos de febrero fueron revisados al alza para mostrar una baja de 2.7 por ciento en las ventas al menudeo, en lugar de la caída de 3 por ciento informada inicialmente.
Muchas de las familias que calificaron recibieron una ayuda fiscal adicional de mil 400 dólares, parte del paquete de rescate de 1.9 billones de dólares del gobierno del presidente Joe Biden que fue aprobado en marzo. Los gigantescos estímulos fiscales también extendieron los aportes complementarios por desempleo de 300 dólares a la semana hasta el 6 de septiembre.
Al mismo tiempo, el clima se hizo más cálido y la situación de salud pública ha estado mejorando rápido en Estados Unidos, lo que ha permitido reabrir más restaurantes.
Excluyendo autos, gasolina, materiales de construcción y servicios de alimentos, las ventas minoristas subieron 6.9 por ciento el mes pasado luego del descenso revisado de 3.4 por ciento en febrero. La lectura subyacente corresponde de forma más activa al componente del gasto del consumidor que se incluye en el cálculo de variación del producto interno bruto.
En un reporte por separado, el Departamento del Trabajo informó que los pedidos iniciales de subsidios por desempleo cayeron en 193 mil, a una cifra ajustada estacionalmente de 576 mil en la semana que terminó el 10 de abril, el menor nivel desde mediados de marzo.
Pese a la fuerte caída, los pedidos de subsidios por desempleo siguen estando muy por encima de los niveles prepandémicos. Parte de esta situación se produce por fraude.
El reforzamiento de los programas de beneficios por desocupación, entre ellos los subsidios semanales, también podría estar alentando a muchas personas a requerir ayuda fiscal y a otras a dejar de buscar trabajo.
De hecho, esta semana el reporte del Libro Beige de la Reserva Federal destacó que las “contrataciones siguen siendo un desafío generalizado, en particular en los segmentos de salarios por hora o de bajos ingresos, lo que restringe el crecimiento del empleo en algunos casos”.
Un tercer informe económico de ayer, publicado esta vez por la Fed, indicó que la producción industrial en Estados Unidos subió 1.4 por ciento intermensual en marzo, una cifra peor de lo previsto por los economistas.
El dato de febrero se revisó a la baja, de un descenso de 2.2 a una caída de 2.6 por ciento en la producción de las industrias.