El incremento de las tasas de interés en Estados Unidos ha “incidido moderadamente” en los precios de los activos y los flujos de capital hacia países de América Latina, entre ellos México, dado que los esquemas de flotación cambiaria y objetivos de inflación hasta ahora han sido adecuados para manejar ambas situaciones, consideró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El miércoles, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, aseguró que la salida de inversión extranjera en bonos de deuda gubernamental de México en el primer trimestre del año había sido absorbida “con cierto orden” por los mercados fiancieros.
Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dijo ayer que un eventual incremento en las tasas de interés en Estados Unidos, sí representa un riesgo que “nuevamente puede complicar el manejo macroeconómico” en la región, explicó.
Las bajas tasas de interés en países desarrollados, una de las medidas que los bancos centrales tomaron para estimular la economía, provocaron un aumento en los flujos de capital hacia países en desarrollo con mayores rendimientos, como fue el caso de México. En los últimos meses, se ha dado una cambio en la tendencia (https://bit.ly/3sgXneo).
En conferencia de prensa, Werner explicó que la inflación en México y otros países de América Latina e incluso en economías avanzadas va a aumentar en el segundo trimestre de 2021, incluso por arriba de los objetivos de bancos centrales. Sobre todo se debe a la baja comparación que hay con el mismo periodo del año pasado, cuando el freno en la actividad económica generó “precios artificialmente bajos”.
Un escenario distinto a lo que pasa en Brasil, donde sí han aumentado las expectativas a mediano plazo para la inflación, en Chile, Colombia, Perú y México la tendencia en el incremento de precios que se espera para 2023-2024 no se ha movido de manera importante y los de ahora son “choques transitorios” que deberían revertirse en los próximos trimestres, por lo que no serán necesarias reacciones importantes en las tasas de interés, dijo.
Werner subrayó que la labor del Banco de México y sus pares en América Latina es evitar que estos incrementos transitorios alimenten revisiones de expectativas a mediano plazo, contaminen los procesos de formación de precios y luego se vuelva más complicado que la inflación regrese a sus niveles objetivo.
Aseguró que –pese al impacto positivo generado por el amplio programa de política fiscal de Estados Unidos– México no alcanzará el nivel de producto interno bruto (PIB) previo a la pandemia antes de 2023, dado que en el país no hay un sólido apoyo fiscal y se anticipa que continúe la debilidad de la inversión.