Ciudad de México. Ante las descalificaciones que algunos políticos han expresado en contra el desempeño del Instituto Nacional Electoral (INE), su consejero presidente, Lorenzo Córdova, ratificó que el organismo no caerá en provocaciones ni se confrontará con actores ni fuerzas, porque no es papel del árbitro electoral. Celebró que Morena y Félix Salgado Macedonio impugnen la resolución que le retiró la candidatura porque ese es el cauce legal para dirimir las diferencias que tiene el sistema electoral mexicano.
Durante la firma de un convenio de colaboración con la Coparmex, Córdova se refirió también a la inseguridad que prevalece en el país, y subrayó que es un fenómeno que arrastra el país desde hace 15 años, por lo que la violencia no es generada por el proceso electoral; los comicios se efectúan en un contexto de inseguridad. Advirtió que la agresión a un solo candidato deberá condenarse porque lo peor que se puede hacer en el país es normalizar la violencia.
–¿Qué opina sobre las impugnaciones que anunció Morena contra las sanciones a Salgado Macedonio y Morón?
–Ahí está el camino de la ley, lo han anunciado y qué bueno que lo hagan. Venturosamente tenemos un sistema jurídico en el cual todas las decisiones las convalidará el tribunal o las modificará, ese es el diseño. Pero lo democrático es seguir los cauces institucionales, para que las diferencias se puedan procesar conforme a las vías legales. Un demócrata juega con las reglas, para eso están. Lo demás es compromiso y responsabilidad democrática.
Al ser consultado sobre las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el INE, de quien expresó que no le tenía confianza, el consejero respondió: el INE no se mete con ningún actor político, sólo cuida que todos cumplan con lo que dice la ley. Sin embargo, apuntó que a la democracia la tenemos que cuidar, si no lo hacemos todos, se nos puede ir entre las manos (…) la democracia no es de un solo hombre, o de una fuerza política, es una tarea colectiva.
Insistió en que el INE no está en contra de una fuerza política, pero su función es vigilar que las actividades en el proceso electoral se conduzcan dentro de las reglas del juego que el país se ha dado.