La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó una reforma para que los gobiernos de los estados y de la Ciudad de México faciliten la entrega gratuita de productos de gestión menstrual en las escuelas públicas de nivel básico y medio superior.
Por unanimidad de 29 votos, la comisión avaló este jueves agregar un párrafo al artículo 114 de la Ley General de Educación, donde se precisa que, en coordinación con las autoridades sanitarias, los gobiernos locales deberán otorgar, con cargo a su presupuesto, productos como toallas sanitarias, tampones y/o copas menstruales a las niñas y adolescentes que así lo requieran.
Durante la sesión, la diputada Martha Tagle (MC) dijo que la iniciativa para incluir este derecho fue presentada por legisladoras del Grupo de trabajo por la igualdad sustantiva, que a su vez retomó el trabajo del colectivo Menstruación Digna México.
Explicó que la reforma busca garantizar el acceso gratuito a los productos de higiene menstrual, empezando por el ámbito educativo.
“La gestión de la menstruación no debe ser entendida solo del ámbito personal y privado o únicamente de las mujeres, sino un tema social, para que todos tengamos un conocimiento basado en la ciencia, el laicismo y la experiencia corporal”, indicó.
También expuso que la gestión menstrual no solo debe ser un conocimiento y técnicas para mantener la salud, sino como una acción dentro del ámbito social y cultural, en un marco de derechos humanos, específicamente de niñas, adolescentes y mujeres.
En las consideraciones de la reforma, se explica que en México ninguno de los principales programas sanitarios ha realizado estudios sobre las necesidades de las mujeres.
Así, la gestión de la menstruación no ha sido retomada como un tema de agenda pública y se ha dejado su atención al ámbito privado y personal y resalta que la igualdad de género no se logrará a menos de que se aborde la salud menstrual a través de políticas públicas y financiamiento apropiados.
Resalta que el año pasado la Organización de las Naciones Unidas exhortó a la comunidad internacional a romper el tabú en torno a la salud menstrual, así como a tomar medidas concretas para garantizar que se cambie la mentalidad discriminatoria y se proteja la salud menstrual de las mujeres y las niñas.
También detalla la necesidad de revertir el fenómeno de pobreza menstrual, esto es la falta de acceso a productos sanitarios, educación sobre higiene menstrual, inodoros, instalaciones para lavarse las manos y/o gestión de residuos.