Washington. El presidente Joe Biden declaró ayer que es momento de “terminar la guerra más larga de Estados Unidos”, al tiempo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció que retirará a sus 7 mil efectivos del país asiático a partir del 1° de mayo, y Rusia advirtió que aplazar el repliegue estadunidense hasta septiempre podría “escalar el conflicto”.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, tras una conversación telefónica con Biden, aseguró que sus fuerzas armadas están en condiciones de defenderse del Talibán.
Biden indicó que a partir del 1º de mayo serán retirados los 2 mil 500 soldados estadunidenses que quedan en Afganistán, en una operación que concluirá a más tardar el 11 de septiembre, justo 20 años después de los ataques de Al Qaeda contra las Torres Gemelas de Nueva York, y el Pentágono, que dejaron 3 mil muertos y desencadenaron esta guerra, la más larga de Estados Unidos.
“Soy el cuarto presidente a cargo de tropas estadunidenses en Afganistán. Dos republicanos y dos demócratas. No pasaré esta responsabilidad a un quinto”, señaló el mandatario, quien agregó que se “cumplió” el objetivo que originó la intervención, que fue evitar que Afganistán fuera usado como base para atacar a Estados Unidos.
Esta intervención bélica ha provocado la muerte de decenas de miles de afganos y 2 mil 400 efectivos estadunidenses, y su costo se eleva a 2 mil millones de dólares.
El gobierno controla sólo algunas partes del país, mientras los talibanes se fortalecen, pero Biden destacó que hay que aceptar que no existe alternativa. “No podemos seguir el ciclo de extender o de expandir nuestra presencia militar en Afganistán esperando crear las condiciones ideales para una retirada”, afirmó.
Después de su discurso, el jefe de la Casa Blanca visitó en el cementerio de Arlington las tumbas de los soldados fallecidos y sostuvo ante la prensa que la decisión no fue difícil.
El anunciado repliegue fue recibido con críticas de sectores que consideran que Washington abandona al gobierno afgano y fortalece a los yihadistas. “Vamos a ayudar a nuestros adversarios a que celebren el aniversario de los atentados del 11 de septiembre envolviendo el país para regalo”, lamentó el senador republicano Mitch McConnell.
El director de la Agencia Central de Inteligencia, William Burns, advirtió que Estados Unidos puede enfrentar un riesgo significativo ante el Estado Islámico y Al Qaeda, pues se reducirá su capacidad para enfrentar amenazas a la seguridad.
En tanto, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, anunció que la alianza decidió retirar a sus aproximadamente 7 mil efectivos no estadunidenses de Afganistán para emular la decisión de Biden, también a partir del 1º de mayo.
Añadió que la retirada se completaría “dentro de unos meses”, pero no hizo referencia al 20 aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
En tanto, la vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, mencionó que los planes de Estados Unidos de aplazar la retirada de sus tropas de Afganistán hasta septiembre pueden socavar los esfuerzos que buscan facilitar el diálogo interafgano de paz y provocar “una escalada del conflicto armado”.