Madrid. Una pequeña molécula activada por la luz y probada recientemente en ratones representa un nuevo enfoque para eliminar los cúmulos de proteína amiloide que se encuentran en el cerebro de los pacientes de Alzheimer, según una nueva investigación publicada en la revista Brain.
Si se perfecciona en humanos, la técnica podría utilizarse como un enfoque alternativo a la inmunoterapia y emplearse para tratar otras enfermedades causadas por amiloides similares.
Los investigadores inyectaron la molécula directamente en los cerebros de ratones vivos con Alzheimer y, a continuación, utilizaron una sonda especializada para iluminar esos órganos durante 30 minutos cada día durante una semana.
El análisis químico del tejido cerebral de los ratones mostró que el tratamiento redujo significativamente la proteína amiloide. Los resultados de otros experimentos realizados con muestras de cerebros donados por pacientes de Alzheimer respaldaron la posibilidad de un futuro uso en humanos.
“La importancia de nuestro estudio radica en el desarrollo de esta técnica para atacar a la proteína amiloide con el fin de mejorar su eliminación por el sistema inmunitario”, afirma Yukiko Hori, profesora de la Universidad de Tokio y coautora de la investigación.
La pequeña molécula desarrollada por el equipo de investigación se conoce como catalizador de fotooxigenación. Parece que trata la enfermedad de Alzheimer mediante un proceso de dos pasos.
En primer lugar, el catalizador desestabiliza las placas amiloides. La oxigenación, o adición de átomos de oxígeno, puede hacer que una molécula sea inestable al cambiar los enlaces químicos que la mantienen unida. Los detergentes para la ropa u otros limpiadores conocidos como “blanqueadores de oxígeno” utilizan un principio químico similar.
El catalizador está diseñado para dirigirse a la estructura plegada del amiloide y probablemente funcione mediante la reticulación de partes específicas llamadas residuos de histidina. Es inerte hasta que se activa con luz infrarroja, por lo que en el futuro los investigadores imaginan que podría distribuirse por todo el cuerpo mediante una inyección en el torrente sanguíneo y dirigirse a zonas específicas utilizando la luz.
Microglía
En segundo lugar, el amiloide desestabilizado es desechado por la microglía, células inmunitarias del cerebro que eliminan las dañadas y los residuos fuera de las sanas. Con células de ratón que crecían en una placa, los expertos observaron que la microglía engullía el amiloide oxigenado y luego lo descomponía en compartimentos ácidos dentro de las células.
“El catalizador se une a la estructura específica del amiloide, no a una secuencia genética o de aminoácidos única, por lo que puede aplicarse a otros depósitos de la proteína”, explicó Taisuke Tomita, quien dirigió el proyecto en la Universidad de Tokio.