Las familias guerrerenses que se habían instalado hace una semana frente a la Secretaría de Gobernación (SG) en demanda de que el gobierno federal los ayude a resolver su situación de desplazamiento forzado comenzaron a retirar su campamento ayer, luego de alcanzar diversos acuerdos con las autoridades.
Teodomira Rosales, directora del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, indicó en conferencia de prensa que el subsecretario de Derechos Humanos de la SG, Alejandro Encinas, ya ordenó el inicio de la inscripción en el Registro Nacional de Víctimas de unas 55 personas (de un total de 130 agraviados) que aún no contaban con ella.
De igual forma, personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó el caso de desplazamiento –iniciado en noviembre de 2018– para emitir una recomendación al respecto, al tiempo que otras instancias gubernamentales les darán acceso a programas productivos y de apoyo social, incluidas becas para jóvenes y ayuda a adultos mayores.
En lo que se refiere a la reubicación de las familias afectadas, Encinas se comprometió a que esa solicitud “es un hecho”, por lo que en este momento se lleva a cabo la etapa de explorar un sitio seguro.
Dentro de un par de meses, indicó la abogada, podría concretarse la asignación del nuevo lugar donde se asentarán las personas desplazadas, el cual tendría que ser fuera del estado de Guerrero, donde las víctimas originalmente vivían.
“Ahorita las familias están muy animadas de que ya les hicieron el censo y al menos ya tienen la calidad (legal) de víctimas, que les hacía falta para tener atención médica y becas. El tema de la salud es delicado, porque ocho personas fallecieron de Covid y la depresión le está dando a todos, y eso sí nos preocupa”, subrayó.
Antes de partir de regreso a Chichihualco, cabecera del municipio de Leonardo Bravo, recalcó: “queremos que los acuerdos se cumplan, que no sólo queden en una minuta y una reunión. Ya nos pasó antes que todo queda en eso y no se cumple. Ya que no pudieron hacer un retorno seguro (a sus tierras), que haya una reubicación digna”.