En Diablos Rojos no pierden de vista que esta será una temporada con pandemia, recuerda el entrenador Miguel Ojeda. Por esa razón, el club contará con una reserva de jugadores jóvenes en la academia Alfredo Harp Helú, en Oaxaca, donde estarán resguardados para minimizar contagios y listos para ser tomados en cuenta en caso necesario.
“Tenemos pocos jóvenes, porque no podemos dar oportunidad a todos, pero creemos en ellos”, comentó Ojeda; “serán parte importante de la temporada y buscaremos que sigan jugando”.
Después de la temporada cancelada por Covid en 2020 y con el plan de emprender la de este año bajo estrictas medidas de control sanitario, Diablos Rojos estableció una “burbuja” para la pretemporada y conservará su reserva de novatos, listos para asumir una responsabilidad.
“No los debutaremos sólo porque sí”, advierte Ojeda, “pero tienen que saber que su esfuerzo debe rendir algún fruto, así que buscaremos cómo premiar su dedicación y disponibilidad”.
Ojeda comentó que cuando empiece la temporada, los jugadores de reserva se mantendrán realizando interescuadras para estar en forma si son requeridos y ba-jo estrictas medidas de sanidad.
“A los jóvenes se les hizo la prueba de Covid y ese fue el pasaporte para llegar a la pretemporada”, explica Ojeda. “Quien salió positivo, lamentablemente no pudo estar con nosotros, como forma de prevención”.
Después de 14 días de trabajo confinado en Oaxaca, la pandilla escarlata sabe que sólo si cumplen con las medidas de control sanitario pueden tener éxito en esta temporada atípica.
“Hemos hablado del tema con los muchachos y saben la importancia de seguir con las medidas al pie de la letra”, añadió.