La poeta Dolores Castro recibió un homenaje virtual por sus 98 años, cumplidos el lunes pasado. Con sencillez agradeció este festejo y el “interés profundo” de su auditorio, por el que se siente “muy acompañada”.
En la actividad, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), se escucharon los poemas “A veces” y “No sé por qué le asusta el movimiento” en voz de su autora. En el último dice: Por temor de morir se finge muerta/ o dormida.// Y no sé si al calor de tanta muerte/ fingida,/ algún día resista/ muy quieta, muy despierta, muy viva”.
Leticia Luna, titular de la CNL, felicitó a la escritora, acompañada del nieto de la autora, Javier Peñalosa, y Benjamín Barajas, así como las poetas Gloria Vergara, Mariana Bernárdez y Lucía Rivadeneyra, quienes leyeron poemas de la autora nacida en Aguascalientes.
El escritor Javier Peñalosa refirió que su abuela le dijo una vez que para ella “la poesía era vida y, sobre todo, vida. (Por ello,) No encuentro una mejor manera de celebrarla que celebrando la vida y la poesía que ella escribe, que ella, sobre todo, es”.
Gloria Vergara leyó dos poemas y luego sostuvo que “sin grandes pretensiones de cambiar el mundo, pero con el rigor y la mirada bien puestos en la naturaleza poética, Dolores Castro asume su labor creadora y nos entrega lo esencial, la transparencia primigenia del universo en la palabra como huella de lo vivido.
“Hoy celebro todo lo que significa Lolita en este amor que nos contiene, que nos nombra en la amistad y en la creación literaria. Celebro el río de luz que es, que ha sido para las letras mexicanas, pues al igual que Enriqueta Ochoa y Raúl Renán no sólo abre camino a la poesía, sino que entrega gran parte de su vida a la formación de nuevos poetas.”
La filósofa y poeta Mariana Bernárdez se refirió a la “muy querida poeta que cumple 98 años. Celebramos además su extraordinaria trayectoria poética”.
Enseguida leyó dos poemas, entre ellos, “Abre la puerta”: Abre la puerta / para que pase el huracán. // Sólo queda la niebla / o el recuerdo de la niebla. // El estruendo pasó y cada cosa vuelve / a su lugar. // El arrastrar del viento / no ha dejado más huella / que el sabor de la sal. // Todo vuelve a su curso, / y avanza la noche. // La madrugada se-rá puntual”.