“Vamos a mejorar los contenidos educativos en los libros de texto gratuito, necesitamos volver al civismo, volver a la ética, volver a la filosofía, volver a la historia”, confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. En su exposición matutina, aseguró que “no habrá extremismos” en esos contenidos y preguntó: “¿Cómo vamos a estar impartiendo clases con libros del periodo neoliberal?”. También aseguró que su gobierno no permite el tráfico de armas.
Al responder al cuestionamiento sobre el trabajo de modificación de los contenidos educativos señaló que, desde hace año y medio, trabaja un grupo especializado en la SEP. Así argumentó por qué ese cambio en la narrativa educativa. “Al conservadurismo nunca le ha parecido esto, no es de ahora, desde los años 40 (del siglo pasado) no les gustó para nada la política educativa del general (Lázaro) Cárdenas y echaron a andar toda una política distinta.
“Ahora que hablamos de que vamos a mejorar los contenidos educativos, lo mismo, ya los estoy viendo. Necesitamos volver al civismo, volver a la ética, volver a la filosofía, volver a la historia”, al humanismo, al tronco común para que, “si se llega a ser astronauta, científico, experto en la medicina, en cualquier rama se tenga siempre una base humanista para siempre estar pensando en los demás, siempre estar pensando en la sociedad.”
Aclaró el panorama: “No hay nada de extremismos, porque eso no ayuda, los extremistas no aportan, es conocimiento sobre valores, fortalecimiento de valores culturales, morales, espirituales. Claro que se van a inconformar, pues sí, pero tenemos que seguir fortaleciendo la revolución de las conciencias, porque lo único que va a quedar y no van a poder quitar, no van a poder borrar, es todo lo que vaya al pensamiento”.
Además, recomendó a la población seguir leyendo “lo que nos gusta, todos hay que seguir leyendo”.
Combate al tráfico de armas
Por otra parte, en torno al tráfico de armas aseguró que “ha disminuido, porque no hay tolerancia. ¡Cero impunidad!”, y dijo que de esa madeja se desprende un hecho que sucedió en la presa La Boquilla, en Chihuahua, cuando un grupo de agricultores alentados por intereses políticos y de otro tipo tomaron las instalaciones, los elementos de la Guardia Nacional que la resguardaban decidieron desarmarse para evitar un conflicto.
Meses después –hace 20 días–, en un decomiso de armas en Nayarit, esas armas de la Guardia Nacional aparecieron, estaban en manos del grupo delincuencial que opera en Jalisco, es decir, el cártel Jalisco Nueva Generación.
“O sea, no puede uno ser tan categórico, pero en el movimiento de Chihuahua había gente vinculada con los que operan en Jalisco, en la delincuencia, del grupo de Jalisco.”