Los agricultores se enfrentan a precios de insumos agrícolas con incrementos de 61 por ciento, mientras que los fertilizantes subieron 180 por ciento y la energía eléctrica 244 por ciento, con lo cual hay baja en la siembra de alimentos y los suelos no se renuevan, lamentó la Confederación Nacional Agronómica. A ello, dijo, se suma que ante el cambio climático requieren adaptarse a las buenas prácticas agrícolas.
De no tomarse medidas, para el año 2050, en México habrá un cambio en los volúmenes de producción de maíz en riego con una disminución de 8 por ciento, mientras que con la producción de maíz en temporal el decrecimiento será de 17 por ciento, anticipó en un comunicado.
Los impactos cuando las temperaturas son mayores a 33 grados centígrados, en el caso del maíz, ocasionan que el polen se deshidrate y entonces la polinización tiene problemas, los granos abortan, se reduce en 66 por ciento el tamaño de la mazorca, baja hasta en 45 por ciento la producción de biomasa y desciende hasta 74 por ciento el rendimiento del grano, ejemplificó Gerardo Noriega Altamirano, académico de la Universidad Autónoma Chapingo.
Apuntó que con el incremento de temperatura hay un aumento de plagas y esto es delicado porque puede llevar a un mayor consumo de plaguicidas y esto propiciar elevar los suelos ácidos, lo que limita la fertilidad y productividad agrícola. “Actualmente 62 millones 150 mil 189 hectáreas de los suelos mexicanos están limitados por la acidez”, precisó.