Ciudad de México. Frente a la información surgida en Estados Unidos sobre un acuerdo para que el gobierno mexicano envíe más tropas a su frontera sur a fin de contrarrestar la migración, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseveró que “México mantendrá el despliegue ya existente de fuerzas federales en su zona fronteriza, con el objetivo de hacer cumplir su propia legislación migratoria, atender a los migrantes y combatir el tráfico de personas”.
Sin embargo, la cancillería no aclaró si existe o no el convenio divulgado ayer por funcionarios de la Casa Blanca.
Consultados al respecto, funcionarios de la dependencia dijeron a La Jornada que “no hay nada nuevo” en ese sentido y que todo lo realizado de la parte mexicana sobre política migratoria y el reciente cierre de la frontera sur al tránsito terrestre no esencial “es público”. Aunque evitaron profundizar en más detalles.
Funcionarios de Washington declararon ayer a medios internacionales que tras diversas discusiones diplomáticas en varios niveles, la administración del presidente Joe Biden pactó con México, Guatemala y Honduras para que los gobiernos de estas naciones coloquen tropas en sus zonas fronterizas para contrarrestar la migración.
Horas después, ante la insistencia de reporteros nacionales e internacionales, la cancillería mexicana emitió una breve respuesta en la que resaltó que los operativos de las fuerzas federales de seguridad en su franja fronteriza sur tienen varias semanas y responden a su propia estrategia para cumplir con la ley de migración.
Agregó: “El gobierno de México favorece una migración ordenada, segura, regular y con apego a los derechos humanos, además de que sostiene que el desarrollo económico y social es la única solución de fondo al fenómeno migratorio”.
Previamente, la dependencia a cargo del canciller Marcelo Ebrard había difundido sobre el tema cuatro comunicados del Instituto Nacional de Migración acerca de las acciones emprendidas en la frontera sur para atender la situación migratoria.
Cabe recordar que el pasado 19 de marzo el gobierno mexicano cerró su frontera sur al tránsito terrestre no esencial con el argumento de evitar la propagación del Covid-19 y ese mismo día desplegó operativos con elementos de corporaciones de seguridad, como la Guardia Nacional.
Esa decisión generó polémica en diversos sectores, pues una medida similar se implementa desde marzo del año pasado en la frontera con Estados Unidos, por lo que se especuló que se trataría de un acuerdo con el gobierno de Biden más enfocado al tema migratorio que a la pandemia, a cambio de 2.7 millones de vacunas que Estados Unidos prestó a México. Esos señalamientos fueron desmentidos en su oportunidad por funcionarios mexicanos.
El director general para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco, aclaró en su momento que el préstamo de biológicos no tenía relación alguna con el plan migratorio. “Se trata de dos temas separados de una agenda bilateral en común”, mencionó el 18 de marzo, cuando se oficializó el cierre de la frontera sur y el empréstito de antídotos.