Hace cinco años comenzó formalmente la invasión de la música pop africana en Estados Unidos, cuando el 22 de julio de 2016 una avanzada de los mejores exponentes del afrobeats nigeriano llegó a la ciudad de Nueva York para actuar en el Barclay Center de Brooklyn, la casa de los Brooklyn Nets y los Islanders de Nueva York. El espectáculo, denominado One African Music Fest, presentó a algunos de los músicos más populares de esta corriente, todos en un escenario, con un objetivo común: dar a conocer oficialmente al mundo occidental el auténtico sonido africano contemporáneo.
Figuras como Wizkid, Tekno, Davido, Tiwa Savage, Timaya, Banky W, Ayo Joy, Victoria Kimani, Eugy Official, Jidenna, Sabor, Praiz, Efya y Machel Montano, se escucharon por primera vez en vivo dejando constancia de por qué esta expresión ha comenzado a tener presencia relevante en el panorama musical internacional. El afrobeats o afropop, que tiene origen en las pistas de baile de Lagos, capital de Nigeria, y en la diáspora africana inglesa, había crecido en su demanda de audiencia en aquellos ámbitos, pero aún no lograba traspasar el muro sónico de Estados Unidos. Fue a Paul Okoye, cantante, compositor y productor discográfico conocido como Rude Boy, a quien se le ocurrió armar un all stars de músicos y cantantes que expusieran en un gran escenario las nuevas tendencias tonales del África actual. Es así que, tras algunas presentaciones en Europa, el One African Music Fest llegó a Nueva York despertando el interés de un amplio sector de público y profesionales de la música como Beyoncé, Alicia Keys, el productor de hip-hop Swizz Beatz y el rapero Jay-Z, quienes más adelante serían entusiastas colaboradores.
“Después de asaltar las tendencias musicales en África y Europa, sentí que era el momento adecuado para poner afrobeats y afropop en el escenario principal de Estados Unidos. Nuestra música ha estado llegando lentamente a la escena underground de ese país, por lo que era necesario darle un impulso mayor y hacer un acto masivo, impactante, que llamara la atención a una audiencia que podría haber resultado difícil de alcanzar de otra manera; también con las colaboraciones de verdaderas estrellas como las ahí presentadas teníamos que lograrlo”, comentó en su momento Paul Okoye.
La noche de presentación del One African Music Fest en el Barclays Center fue la de una gran fiesta racial, la del orgullo africano. La mayoría de las canciones interpretadas por los participantes apenas estaban en inglés, pero el público cantó cada palabra felices de seguir el ritmo. Mientras, la diáspora en la multitud gritaba con orgullo el nombre de sus países de origen. El espectáculo fue dinámico con presentaciones marcadas en tiempo de 20 minutos para cada artista que expuso sus piezas más excitantes en un marco de alegría y aceptación. Entonces participaron como invitados el músico de Ghana Stonebwoy, Diamond Platnumz de Tanzania y el hijo de Fela Kuti, Seun. También hubo una fuerte conexión afrocaribeña, cuando el cantante nigeriano Timaya subió al escenario al trinitense Machel Montano.
El One African Music Fest significó la apuesta más importante en la expansión del afropop en Estados Unidos y pronto se empezaron a ver resultados. Artistas afroestadunidenses se dieron a la tarea de realizar su música con esa tendencia y a través del hip-hop o el R&B el afrobeats empezó a tener una presencia destacable.
Cuando Alicia Keys lanzó In Common, su éxito del 2016, significó que la tendencia africana se había colado en el escenario musical estadunidense de manera casi definitiva. Su marido, el productor de hip-hop Swizz Beatz, fanático de esta corriente, mejoró algunas de sus pistas con esta denominación. En tanto, Rihanna hizo de Work un mega hit a dúo con la estrella del afrobeats Drake y Beyoncé ha adoptado este estilo en sus recientes grabaciones.
“La mayoría de la música que se hace en estos días tiene alojado por lo menos un elemento del afrobeats, así que ¿por qué no iban las personas a amar la música africana que hoy está siendo creada desde esa perspectiva?”, dijo David Adedeji Adeleke, también conocido como Davido.
“Así como los artistas africanos hacen incursiones en el mercado estadunidense, los artistas americanos están grabando y pensando canciones también con ritmos de África que puedan funcionar en este mercado”, señaló.
“Por supuesto, va a ser una ventaja también para ellos y así podrán introducir su música de ese lado del mundo. De esta forma, algún día dentro de un futuro cercano el público africano y estadunidense podrá sincronizarse en un mismo baile”.