Desaparecido de la vida pública, Miguel Bosé sorprendió al desnudar su vida en una entrevista para una televisora española en la que afirmó: “He llegado a consumir cada día 2 gramos de cocaína, además de mariguana y éxtasis”.
El intérprete reveló al periodista Jordi Évole diversos aspectos de su vida, en la primera parte de una charla trasmitida este domingo, que mostró el lado más vulnerable y desconocido de su vida privada. “He tenido años salvajes en los que descubrí la parte oscura que todos tenemos: drogas, sexo a lo bestia, sustancias...”
Bosé contó que en 1988 o 1989, a causa de un desamor, “llamé a unos amigos de madrugada y les dije: ‘Quiero ir de fiesta’. Esa noche me tomé mi primera copa y me metí mi primera raya, que me duró una semana”.
En la página web del periódico El País se reprodujo esa parte de la charla: “Hasta 1991 fue a saco con la noche y las drogas. Pensaba que era una parte necesaria, ligada a la creatividad. Pero cuando pasa a ser consumo habitual, dejan de ser un aliado y se vuelven enemigos”.
Después Bosé dijo “¡se acabó!” a “los antros y las salidas”, pero no a su adicción. “Cortar con ese placer, que es difícil de negar, me costó más tiempo. Se convirtió en una dependencia diaria, empezó a perder la gracia y a causar problemas serios. Lo dejé todo el mismo día, hace siete años”.
También se refirió al problema con la voz. Aseguró que se debe a su ruptura con Nacho Palau y a la separación de sus hijos. “Viene y va. Ahora puedo hablar”, destacó, tras admitir que en ocasiones no ha tenido sonido vocal. “Es una cuestión emocional”, precisó.
Bosé continuó: “Todo esto tiene que ver con los pequeños, pero el problema es que llega a los mayores; ellos son los que toman las decisiones y los que tienen que recibir los golpes o cargar con las responsabilidades. Yo no estaba preparado. Cuando mi relación de pareja empieza a ir mal, el amor ya no existe, el enamoramiento desaparece, la amistad y el buen rollo se difuminan y se pierde la admiración, todo se derrumba..., En mi caso, por discreción, responsabilidad y educación aguantas y estalla, pero mal, y empiezan los problemas serios. Para mí uno fue la voz”.
A la pregunta sobre su silencio, enfadado respondió: “En España a la gente le gusta mucho compartirlo todo, pero ¿cuándo he hablado de mí? Mis hijos se daban cuenta y yo les escribía: ‘Papá no puede hablar, tiene que estar en silencio porque se tiene que curar”.
Respecto de su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, admitió que, aunque lo extraña, también tuvo diversas desavenencias.
Alud de opiniones
Las declaraciones del intérprete fueron retomadas por diversos medios y portales y generaron un alud de opiniones en redes sociales, sobre todo luego del silencio que se impuso por su postura negacionista en torno a la pandemia.
Bosé aseguró: “Hay un plan que no se quiere que se sepa. No es pensar que estoy en posesión de la verdad, es la verdad. Soy negacionista, es una postura que llevo con la cabeza bien alta”.
En la página web de La Sexta se destacó lo que dijo acerca de su madre, Lucía Bosé, fallecida en 2020: “Creo que mi madre ha tenido una vida fantástica, plena, única, con un marido al que amó muchísimo hasta el último día de su vida, tres hijos que la han hecho estar orgullosa, y sus nietos”.
Está convencido de que ella no fue afectada por el coronavirus: “Mi madre no murió de Covid”.
Hablar de ella, puntualizó el cantautor, “sería interminable y sacaría cosas tremendamente peligrosas para las personas que se ocuparon de ella en ese momento”.